Páginas

lunes, 10 de octubre de 2016

Cápsula Bíblica 2059

Leyendo algunos pasajes de la Biblia, nos damos cuenta de que Dios no tiene normas diferentes de santidad, por ejemplo una para el pueblo y otra para los consagrados. Todos los que son suyos deben ser puros. Ciertamente aquellos que son llamados a servir a Dios públicamente, deben vivir de tal forma que el ministerio no sea difamado (Lv 21; Is 52,11). No obstante Dios nos ordena a todos sus hijos que mantengamos nuestra santidad de vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario