Cápsula Bíblica 3431

En la Biblia, Dios se ha ido comunicando con los hombres para salvarlos a todos, pero se ha comunicado no a los hombres en general, como a masa amorfa, sino a individuos concretos, miembros integrantes de la gran familia humana, inspirándolos, en servicio y en favor de la totalidad. Así, a unos Dios los movió principalmente para obrar, como a Abraham, a Moisés, a los jueces; a otros los impulsó para hablar y obrar, como a Elías, a los demás profetas, a los Apóstoles. A otros les inspiró para escribir y dejarnos consignado su mensaje en la Sagrada Escritura misma.