Hurgando en la biblioteca de mi madre en una especie de clavado literario de una de estas tardes de miércoles que descanso, me topé con un libro de Ana María Rabatté y Cervi dedicado por ella misma a mi madre con una leyenda que dice: «Blanca: Acaricio la esperanza de darte momentos que te llenen de Dios AMOR». Es el libro: «Cartas de Anamaría», con una serie de cartas que nacieron del corazón de la escritora tampiqueña y llegan al corazón.
Ana María Rabatté y Cervi, (Tampico, 31 de julio de 1933 – Tampico, 22 de febrero de 2010), fue una escritora mexicana que se hizo famosa por sus 24 libros, 8 folletos e innumerables Tarjetas–Mensajes. Se inició en el camino de las letras desde los 18 años. Uno de sus poemas más conocidos de ella es «En Vida, hermano, En Vida«. Una de sus colaboraciones para periódicos como El Sol de Tampico, fue la denominada «En Vida, Hermano... en vida», que dejaba un mensaje al lector de que las cosas habían de hacerse en el momento, sin esperar que la situación pasara, es decir, antes que esa dicha, familiar o amigos no estuvieran físicamente.
Este libro es uno de esos tantos que recoge el pensamiento de un alma llena de Dios que con el apoyo y colaboración de la Sierva de Dios Gloria María Elizondo, llevó a Monterrey los cursillos de cristiandad para mujeres.
La obra se divide en cuatro partes: I. Cartas para Ti, mi desconocido amigo; II. Cartas para determinados momentos; III. Cartas con una invitación y IV. Cartas para inquietarte.
Si consiguen este libro —que ahora es fácil hacerlo en Internet— tendrían un tesoro
Ana María Rabatté y Cervi,
"Cartas de Anamaría",
Ed. Al Voleo,
Monterrey, Méx. 1987,
103 páginas.
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