viernes, 28 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1108

¿Cómo podemos comprender la Biblia, escrita en un idioma tan antiguo, que cuenta sucesos que ocurrieron hace tanto tiempo? ¿Por qué debemos leer la Biblia cuando parece que nos va tan bien sin hacerlo? Estas son algunas de las preguntas que las personas se hacen cuando consideran
el estudio de la Biblia como algo que no merece la pena. Estas dudas a veces impiden que las personas empiecen a leer la Biblia en serio, pero, cuando se hacen a un lado estas preguntas y se lee con el deseo de encontrarse con Dios, todo cambia. La lectura, estudio y meditación de la Biblia ha cambiado la vida de muchos que, al principio, parecían incrédulos o dudosos.

Todo lo hace Dios a su tiempo...

"Todo lo hace Él apropiado a su tiempo, y ha puesto además en su corazón la idea de la perduración, sin que pueda el hombre descubrir la obra de Dios desde el principio hasta el fin" (Ecl 3,11).

jueves, 27 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1107

La palabra «Anatema» (del latín anathema, y éste del griego Ανάθεμα) significa etimológicamente ofrenda, pero su uso principal en la Biblia, equivale al de maldición, en el sentido de condena a ser apartado o separado, cortado como se amputa un miembro, de una comunidad de creyentes. El decir que alguien era «Anatema» equivalía a una sentencia mediante la cual se expulsaba a un hereje del seno de la sociedad religiosa; era una pena aún más grave que la excomunión, porque el individuo era desterrado y a su vez era maldecido. 

Fidelidad al Evangelio de Jesucristo...

"Pero aunque nosotros o un ángel del cielo les anunciara otro evangelio distinto de este que les hemos anunciado, sea anatema" (Gál 1,8).

miércoles, 26 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1106

En la Biblia, los "Fariseos" aparecen como miembros de un grupo religioso judío, compuesto en gran parte por laicos. Los fariseos eran piadosos, estudiosos, observantes y maestros de la LEY. Creían en la vida eterna y valoraban la tradición de sus antepasados. Eran estimados por el pueblo. Los defectos de algunos de ellos, anotados en el Nuevo Testamento (Mt 23) no nos deben llevar a un juicio negativo de todo el grupo; pero son defectos serios y debemos tenerlos en cuenta porque nos pueden llegar también a nosotros. ¿De que nos serviría saber la Biblia de memoria, conocer perfectamente la ley y faltar a la caridad con nuestros semejantes?

Perseverancia en la propia vocación...

"Hermanos, persevere cada uno ante Dios en la condición en que por Él fue llamado" (1 Cor 7,24).

martes, 25 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1105

Los "Doctores de la ley", en la Biblia, aparecen como los especialistas en las Sagradas Escrituras. También se le decía "Escribas". Por supuesto esto no quiere decir que ellos eran quienes mejor aprovechaban la Biblia (Mt 11, 25; Jn 3, 10). Al contrario, esta gente corría el riesgo de usar su saber no como servicio, sino como fuente de gloria y de poder (Mc 12, 38-40; 1 Cor 1, 17-31). Que nos vaya a pasar a nosotros que sepamos mucho y aprovechemos poco de la Biblia.

Somos de Dios...

"Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, morimos para el Señor. En fin, sea que vivamos, sea que muramos, del Señor somos" (Rm 14,8).

lunes, 24 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1104


En algunos libros de la Biblia se habla del CANDELERO DE SIETE BRAZOS. Se trata de un candelabro con un brazo central y tres a cada lado, como si fueran gajos curvos de un árbol. Lo describe especialmente el libro del Éxodo (Ex 25, 31-39). Lo alimentaba el aceite de olivo y tenía que estar encendido día y noche en el Templo. Un candelabro así ya era conocido fuera de Israel; era símbolo del árbol del mundo o de la vida. Una clara explicación israelita viene en el libro del profeta Zacarías (Zac 4, 2-5.10): las luces son los ojos de Dios; 7 es el número de la perfección. Es decir, Dios ve todo lo que pasa en el mundo. Este candelabro se convirtió en símbolo del judaísmo, de la misma manera que la cruz es símbolo de los cristianos. 

El Señor nos pide ser misioneros en todo tiempo y lugar...

"Por la noche dijo el Señor a Pablo en una visión: No temas, sino habla y con calles" (Hch 18,9).

domingo, 23 de febrero de 2014

«UN TESORO EN VASIJAS DE BARRO»... Un libro para conocer la vida religiosa

El año entrante, en la Iglesia Católica, estaremos celebrando el "Año de la Vida Consagrada", una buenísima oportunidad para que todos, creyentes y no creyentes, conozcan y valer más esta hermosa vocación a la que algunos hemos sido llamados.

Volví a encontrarme con un libro que ya hace tiempo había leído: «Un Tesoro en Vasijas de Barro", de Joyce Ridiek y quiero comentar algo de esta obra esta semana.

La hermana Joyce Ridick, es una religiosa, doctora en Psicología, de la congregación de las Hermanas de San Casimiro. Nació en Worcester, Mass. (Estados Unidos) y desde su ingreso a la vida religiosa se ha dedicado a la enseñanza. Actualmentee s miembro del Instituto de Psicología de la Universidad Gregoriana en Roma.

Basada en esta frase de san Pablo: "Llevamos  este tesoro en vasijas de barro" (2 Cor 4,7), con sencillez y una extraordinaria competencia psicológica, la hermana Joyce va mostrándonos  la vida de los religiosos, con sus votos castidad, pobreza y obediencia como itinerarios de vida que constituyen la persona consagrada.

Es un libro que, aunque habla de vida religiosa, puede servir muchísimo a cualquier miembro de la Iglesia que quiera ser fiel a Cristo en las cosas pequeñas de cada día, porque, de alguna manera, hay que estar ciertos de que estos consejos —castidad, pobreza y obediencia— de alguna manera son para todo aquel que quiera seguir a Cristo sea en la condición que sea, según la propia vocación. Los consejos evangélicos ayudan a la persona a centrarse en Cristo, a dominarse, a crecer, y todos sabemos que solamente la persona capaz de dominarse a sí misma puede llegara a ser don para los demás.

La autora nos muestra que los votos de los religiosos no son un despojarse del propio ser, sino una manera de ordenarlo en el amor. Cuando el tesoro de los votos se hace auténtico testimonio de Cristo en la vida de cada día, la «vasija de barro» de la persona alcanza la perfección en Él; y cuando un ser integrado, ordenado, una vasija de barro puro como el cristal, está dispuesto, la verdadera luz de su amor y de su presencia pueden brillar totalmente, de modo que todos puedan ver solo a Jesús.

«UN TESORO EN VASIJAS DE BARRO» es, en definitiva, una lectura que ampliamente recomiendo, sobre todo a quienes viven cerca de nosotros, los religiosos, de manera que conociendo mejor nuestro ser y quehacer, nos ayuden a vivir lo que le hemos prometido al Señor, un «SÍ» como el de María, pronunciado con fe desde nuestro ser de barro.



Joyce Ridick, S.S.C.
"Un tesoro en vasijas de barro",
Ed. Atenas,
Madrid 1988,
208 páginas.

«Music for the Royal Fireworks»... de Händel

Esta semana toca nuevamente el turno a Händel, ahora con su obra «Music for the Royal Fireworks», en español "Música para los reales fuegos artificiales".

Se trata de una composición orquestal de 1749, compuesta por encargo de Jorge II de Gran Bretaña para acompañar a los fuegos artificiales que tuvieron lugar en Green Park, Londres, el 27 de abril de 1749. El motivo fue la celebración del final de la Guerra de Sucesión Austriaca y la firma del tratado de Aquisgrán.

La partitura original fue compuesta para una gran orquesta que incluía veinticuatro oboes, doce fagotes (incluyendo un contrafagot), nueve trompetas, nueve trompas, tres pares de timbales y un número no especificado de cajas. La versión más habitualmente interpretada hoy en día, para un conjunto de cuerda y viento más tradicional, fue adaptada por el propio Händel para ser interpretada en el Hospital de Expósitos de Londres. A esta versión corresponde la única partitura autógrafa existente.

Hay una cosa graciosa de la primera ejecución magistral de la obra que vale la pena narrar: Mientras seis días antes del estreno, el 21 de abril, los operarios se afanaban en rematar un colosal escenario diseñado para la ocasión por el arquitecto florentino Giovanni Niccolo Servandoni (una impresionante edificación de 125 metros de largo y 35 de alto) los músicos se dispusieron a ensayar la suite al aire libre unos días antes del festejo. Más de 12.000 londinenses atraídos por la curiosidad asistieron en masa a aquel ensayo y tanto carruaje provocó un atascón en  el puente de Londres durante tres horas. El día previsto para el festejo, 27 de abril, todo se torció. Para empezar, llovió (nada grave para un inglés, desde luego, pero algo muy poco aconsejable cuando hay pólvora de por medio). Pero lo peor estaba por llegar.  Tras la interpretación de la obertura y el disparo de un centenar de cañones, los fuegos artificiales acompañaron las secciones centrales de la suite. Pero en “La Réjouissance” los cohetes empezaron a salir sin ningún control, provocando situaciones peligrosas. Los pirotécnicos intentaron arreglar la situación, pero el edificio acabó en llamas  en medio del pánico ya que la enorme construcción de madera comenzó a arder. Aquello se convirtió en una estampida que provocó heridos, arrestos y peleas. La música continuaba en medio del desastre y, para colmo de disparates, el incendio llegó hasta la mismísima efigie de Jorge II que coronaba el monumento efímero y que cayó al vacío entre las llamas, como un ángel rebelde. Total que, al final, lo único salvable de la celebración fue la música de Händel, que pasó a la posteridad por encima de las pompas reales y de la momentánea paz europea.

La obra es una suite en cinco movimientos, que se abre con una amplia obertura, utiliza danzas habituales en la suite como la bourrée o el minueto e incluye dos movimientos alegóricos dedicados a la paz y el júbilo:

1. Ouverture: Adagio – Allegro – Lentement -Allegro
2. Bourrée
3. La Paix: Largo alla siciliana
4. La Réjouissance: Allegro
5. Menuet I – Menuet II

La versión original no lleva instrumentos de cuerda, pues así lo pidió el rey, pero luego, Händel, apasionado siempre por este tipo de instrumentos, las incluyó.

¡Disfruten de esta hermosa música y cuidado con los fuegos artificiales!

Dirigida por Hervé Niquet


Dirigida por Sir Neville Marriner:

Cápsula Bíblica 1103

Es importante conocer algo del dinero que se menciona en algunos libros de la Biblia. La moneda usada en Palestina, en los tiempos de Cristo, era la moneda impuesta por el poder dominante; concretamente, la moneda griega y romana. La moneda básica era la dracma (griega) y el denario (romano), monedas de plata de unos 5 gramos, y que equivalían al jornal de un obrero. Sus fracciones eran: el as (decimasexta parte del denario), el cuadrante (cuarta parte del as), lepton (mitad del cuadrante). Había también las llamadas monedas superiores: didracma (2 dracmas), tetradracma (4 dracmas), áureo romano (25 denarios). Como moneda imaginaria estaban: la mina (100 dracmas, 0,571 kg) y el talento (6.000 dracmas, 34,272 kg). La relación establecida entre los diversos metales era: 1 oro = 10 plata = 500 cobre. Es difícil ofrecer una correspondencia con la moneda actual, dadas las variantes en la valoración de los metales, valor adquisitivo, etc.

Un grupo de oración...

"Reflexionando, se fue a la casa de María, la madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde estaban muchos reunidos y orando" (Hech 12,12).

sábado, 22 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1102

En la Biblia nos encontramos muchas veces con «los fariseos». Etimológicamente la palabra fariseo» significa: «separado»; es decir, los fariseos eran los puros, los santos, los que estaban por encima de la masa. Sus antecesores hay que buscarlos en el grupo de los «hasidim» (asideos), que eran piadosos, del tiempo de la persecución. Los fariseos Surgieron en el s. II a. C. como grupo organizado, como un camino intermedio entre los saduceos y los esenios. Estaban reclutados entre las clases sociales intermedias: artesanos, comerciantes, empleados... Adictos a la ley oral o tradición de los padres (costumbres, interpretaciones de la Ley dadas por los sabios). Estrictos en la observancia del sábado, de la pureza de alimentos y del diezmo. El Talmud distingue siete categorías de fariseos: desde el fariseo hipócrita, hasta el que se comporta por auténtico amor de Dios. Los fariseos se apoyaban demasiado en su santidad y estaban satisfechos de sí mismos. 

La misericordia del Señor nos acompaña...

"No apartes de mí, ¡oh Yahvé!, tu misericordia; tu piedad y tu fidelidad me guardarán por siempre (Sal 40,12).

viernes, 21 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1101


Uno de los libros más simpáticos del Antiguo testamento es el libro de Jonás. Su enseñanza señala una de las cumbres del Antiguo Testamento, porque rompiendo con el particularismo en el que se veía tentada a encerrarse la comunidad postexílica, predica un universalismo extraordinariamente abierto. En esta historia todo el mundo es simpático: los marinos paganos del naufragio, el rey, los habitantes y hasta los animales de Nínive; todo el mundo, excepto el único israelita que entra en escena, ¡y éste es un profeta: Jonás! Dios será indulgente con su profeta rebelde, pero, sobre todo, su misericordia se extiende aun al enemigo más vilipendiado de Israel. Al leer Jonás, nos situamos a un paso del Nuevo Testamento: Dios no es solamente el Dios de los judíos, es también el Dios de los paganos, porque no hay más que un solo Dios. Nuestro Señor pondrá como ejemplo la conversión de los ninivitas, y Mt 12 40 verá en Jonás, encerrado en el vientre de la ballena, la figura de la permanencia de Cristo en el sepulcro. 

Una palabra buena...

"La angustia del corazón deprime al hombre, mas una palabra buena le alegra" (Prov 12,25).

jueves, 20 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1100

En la Biblia la palabra «ARCA» es lo mismo que cofre, caja grande. El Arca de la Alianza era una especie de armario de madera de acacia, recubierta de oro, y con dos varales para poderlo transportar en hombros. Tenía 1,25 metros de largo por 0,75 metros de ancho y otro tanto de altura. Dentro de esa caja estaban guardadas las tablas de la Ley, los Diez Mandamientos. El Arca de la ALIANZA era para los israelitas señal de la presencia de YAVÉ, del Dios que ayuda a su pueblo y camina con él. Por otra parte, en la narración bíblica del diluvio, aparece otro tipo de arca: una especie de barco. A esto acostumbramos darle el nombre de «Arca de Noé».

El valor fundamenta la amistad...

"Hemos oído de ti que eres hombre de valor y muy digno de ser amigo nuestro" (1 Mac 10,19).


miércoles, 19 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1099

Cada uno de los libros de la Sagrada Escritura tiene un marco histórico concreto. Este marco histórico podemos ajustarlo en dos sentidos: Marco histórico de los acontecimientos narrados y marco histórico de la composición de los libros. Cuando leemos necesitamos transportarnos a la época del escritor. 

Necesitamos la lluvia...

""Ruega por nosotros, tú que eres mujer piadosa, y el Señor enviará lluvia que llene nuestras cisternas para que no perezcamos" (Jdt 8,31).

martes, 18 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1098

Es muy difícil saber la autoría de cada uno de los salmos de la Biblia. Casi la mitad, del 73 al 150, se atribuyen a David. Sin embargo, estas aclaraciones sobre la autoría no estaban incluidas en los primeros rollos y, además, su redacción es imprecisa. En nuestro tiempo, decir que un salmo es de David, puede significar que haya sido escrito por él, que trate acerca de él o que está inspirado en él. Otros autores de los salmos son Salomón y Moisés, así como unos personajes llamados Coré y Asaf, que eran líderes del ministerio musical de aquellos tiempos. Por último, hay salmos que no se les atribuyen a ningún escritor en concreto.

Dar la vida...

"Por lo cual animosamente entregaré la vida y me mostraré digno de mi ancianidad" (2 Mac 6,27).

lunes, 17 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1097

El primero y segundo libro de las Crónicas abarcan alrededor de quinientos años de la historia de Israel. Esta historia comienza con Saúl, el primer rey en el siglo XI a.C., y culmina cuando el imperio persa libera a los judíos exiliados y les permite volver a su casa y reconstruir la nación, en el siglo VI a.C.

Caminar en la luz...

"Ven, ¡oh casa de Jacob!, y caminemos a la luz de Yahvé" (Is 2,5).

domingo, 16 de febrero de 2014

«EL GRAN LEÓN DE DIOS»... La pasión de san Pablo por Cristo y su reino

He hablado ya de la autora del libro que recomiendo ahora, Taylor Caldwell, que es una de las escritoras más reconocidas del siglo XX. Inglesa de nacimiento, de pequeña se trasladó con su familia a Estados Unidos y se interesó desde temprana edad por la literatura. A los doce años ya escribía sus primeras novelas, que no publico sino hasta que tenía treinta y ocho años. 

«El Gran León de Dios» está inspirada en la vida de san Pablo y nos acerca al lado menos notorio de este hombre, al Saulo de Tarso que había antes del apóstol, un personaje lleno de claroscuros, de dudas y de contradicciones al que la autora trata con suma delicadeza, pero a la vez con todo el rigor histórico que exige una obra de tal envergadura. Es el Saulo nacido en una familia judía acomodada, en Tarso de Cilicia, la actual Turquía. Por ser Tarso, una ciudad griega, este hombre disfrutó de la ciudadanía romana. Educado en la ortodoxia más rigurosa, vivió bajo la influencia liberal de los helenistas, la cultura griega que en aquella época había penetrado todos los niveles de la sociedad en el Asia Menor. 

Hacia el año 34, Saulo de Tarso es un recto fariseo, fanático, interesado en eliminar a los cristianos, a los que creía que una nueva secta que amenaza el judaísmo por lo que debía ser eliminada y sus seguidores castigados. En los Hechos de los Apóstoles se recoge que estuvo presente aprobando el martirio de San Esteban hasta que poco después experimentó en Damasco la revelación que iba a transformar su vida.

Frente a la tradicional visión de los Apóstoles, Taylor Caldwell nos desvela su lado más humano. De hecho, las dudas que albergaba Pablo en su interior le llevaron a perseguir a los primeros cristianos, antes de quedar él mismo iluminado. Entonces, tras la revelación de su destino, y arrepentido por su comportamiento pasado, dedicó su vida a Dios, y se convirtió en el Apóstol de los Gentiles, el gran Apóstol misionero por excelencia.

Pablo de Tarso es uno de los frandes protagonistas de la expansión del cristianismo en el siglo I. Su fabulosa obra ha quedado preservada en sus “cartas paulinas”, que forma la más antigua reflexión teológica acerca de los designios de Yavheh en relación con su Hijo Jesucristo, nuestro Dios y Señor, a quien Pablo afirmó haber visto resucitado.

Como todas las novelas de esta autora norteamericana, «El Gran León de Dios» es una obra sólida que de manera en parte esta obra sea fantasia mezclada con realidad, nos acerca a la gran humanidad del considerado como el decimotercer apóstol. Sin duda alguna una excelente obra, que vale la pena leer, recomendada ampliamente.



Taylor Cadwell,
"El Gran León de Dios",
Ed. Océano exprés, 2013,
360 páginas.

«La Cuarta Sinfonía de Beethoven»...una esbelta doncella griega entre dos gigantes nórdicos

Hay quienes dicen que las sinfonías de número impar de Beethoven son obras majestuosas, mientras que las pares son remansos tranquilos. Éste es el caso especial de la Sinfonía n.º 4 en Si Bemol Mayor, que contrasta –encontrándose en medio de ellas– con la inmensamente heroica Sinfonía n.º 3 en Mi bemol mayor y la trágica Sinfonía n.º 5 en do menor. Robert Schumann dijo que esta obra era «una esbelta doncella griega entre dos gigantes nórdicos». Esto es explicable, pues cuando escribió esta sinfonía en 1806, era la etapa más tranquila de su vida. Luego de regresar de Ejercicios Espirituales, en un espacio de silencio y reflexión, me viene bien escucharla y por eso la comparto esta semana. Hasta le fecha, esta sinfonía, atrapada entre dos grandes lumbreras, permanece hasta el día de hoy –casi doscientos años después de haber sido compuesta– relegada al último lugar en la admiración de músicos, intérpretes, directores, orquestas, académicos y público en general. Es la menos interpretada de todas las obras sinfónicas de Beethoven, como si una sombra que nada tiene que ver con ella, se hubiese posado sobre su angelical partitura.

La Sinfonía n.º 4 en si bemol mayor, op. 60, de Ludwig van Beethoven fue compuesta en 1806. Dura alrededor de treinta y tres minutos. Fue dedicada al conde Franz von Oppersdorff. Nacida en una época de profunda fertilidad compositiva, nace a partir de la devastación que el defecto auditivo en progresión, ocasionó en su atormentado compositor. No obstante –aunque suena cruel anotarlo– la sordera fue la clave que permitió a Beethoven conocer a su propio yo, despertando ese espacio de la música que en su interior habitaba, su sí mismo. Si bien la Cuarta, dadas las formas musicales empleadas en cada movimiento, pareciera un retorno al estilo tradicional de la forma sinfónica –lo cual es notable si se le compara con la Tercera Sinfonía, musicalmente revolucionaria para su época– no supone una regresión a estilos “superados”, ni la respuesta a un calamitoso estado de silencio inspirativo. La Cuarta es el testimonio del poder introspectivo y filosófico del compositor, de esa revelación que le impone manifestar a través de la belleza musical –suavemente meditativa o de alegría expresa– el conocimiento de lo que ha sido, de lo que es y de lo que llegará a ser, merced a su lenguaje artístico. Ahora Beethoven sabe y siente el marmóreo edificio que edificará en lo sucesivo: ya no será el mismo ni como hombre ni como compositor, siendo la Cuarta Sinfonía esa frontera consciente trazada por él mismo entre su estilo previo y el nuevo, donde recoge todo el sentido de la belleza artística que prefigurará su poder compositivo ulterior a una escala superior inimaginable y cada vez más elevada, y señalará el camino hacia las áureas regiones de la más perfecta sublimación de la perfección musical.

La Cuarta Sinfonía constituye por sí misma y en toda su grandeza, una revelación más alta que toda filosofía, para emplear los términos del propio Ludwig y aplicarlos a su magna Cuarta, situada entre sus gigantes Tercera y Quinta, lo que en palabras del gran compositor Robert Schumann (1810-1856), supone una “esbelta doncella griega entre dos colosos nórdicos”.

Dirigida por Thielemann:


Dirigida por Daniel Barenboim:

Cápsula Bíblica 1096

En la Biblia la palabra «ángel» indica el oficio de mensajero de Dios. Los ángeles son enviados para mostrarnos su presencia y protección en nuestra vida. Cada día y cada noche los ángeles nos hacen ver la providencia amorosa del Señor y nos guían en nuestro caminar hacia él. En el cielo millares de ángeles sirven y alaban a Dios.

Perseverancia y fidelidad...

"Hermanos: persevere cada uno ante Dios en la condición en que por Él fue llamado" (1 Cor 7,24).

sábado, 15 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1095

En el libro del profeta Ezequiel es donde en la Biblia se muestra el modelo de un gobernante como pastor... Ezequiel nos hace tomar conciencia de cómo muchos reyes gobiernan centrados en sí mismos, con lujo, mandatos y sirvientes, y cómo heredan el poder a sus hijos sin saber cómo gobernarán. El pastor, en cambio, gobierna guiando a sus ovejas con su voz; protegiéndolas y alimentándolas, sanándolas y  buscando a las perdidas; usa el liderazgo de unas para atraer a otras. Su labor se centra en las ovejas y, si no es así, el rebaño se enferma y se dispersa. ¡Con razón el Papa Francisco dice que el sacerdote debe tener olor a oveja!

Saber esperar...

"Espera tu tiempo y guárdate del mal" (Eclo 4,23).

viernes, 14 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1094

El libro de Isaías fue redactado por varios escritores con diferentes estilos, pero guarda una profunda unidad. Los grandes estudiosos de la Biblia distinguen en él tres obras distintas, llamadas: Primer Isaías (Is 1-39), Segunda Isaías (40-55) y Tercer Isaías (56-66).

No me escondas tu rostro...

"No me escondas tu rostro, no rechaces con ira a tu siervo. Se mi socorro, no me rechaces, no me abandones, ¡oh Dios, mi Salvador! (Sal 27, 9).

jueves, 13 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1093

Gracias al impulso del Concilio Vaticano II, la Biblia se ha difundido cada vez entre las diversas comunidades de la Iglesia Católica y muchos más creyentes buscan en ella luz y orientación para su vida cotidiana. Son cada vez más los católicos que leen la Biblia habitualmente y que hacen de ella el punto de referencia de su vida cristiana, sobre todo, cuando esta lectura se hace en comunidad y en comunión con toda la Iglesia.

Firmes en la fe...

"Te recomiendo hijo mío Timoteo, que, conforme a las profecías sobre ti hechas anteriormente, sostengas el buen combate" (1 Tim 1,18).

martes, 11 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1092

Muchos de los documentos de la Iglesia, por no decir todos, dan suma importancia a la lectura, estudio y meditación de la Palabra de Dios como instrumento de evangelización. Uno de ellos, el documento de Puebla nos dice: "La Evangelización dará prioridad a la proclamación de la Buena Nueva, a la catequesis bíblica y a la celebración litúrgica, como respuesta al ansia creciente de la Palabra de Dios" (D.P. 150). Así que, si hablamos de una nueva evangelización, tenemos que hablar de un nuevo entusiasmo, de un nuevo ardor y de un nuevo método para acercarnos a la Palabra de Dios y proclamarla al mundo de los creyentes y no creyentes. La alegría del Evangelio no puede esperar más para llegar a todos.

Somos hijos en el Hijo...

"Todos, pues, son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús" (Gál 3,26).

lunes, 10 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1091

Todos sabemos que la Biblia que leemos es una traducción. Los libros de la Biblia originariamente fueron escritos en otras lenguas; esas lenguas fueron tres: hebreo, arameo y griego, y son, como suponemos, lenguas muy distintas de las nuestras. Por eso, las diversas traducciones, presentan algunas veces distintas palabras y diversas formas de expresar un mismo significado. Aún en un mismo idioma, encontramos diversas traducciones y habrá que elegir la que mejor se adapte a nuestra cultura local. Algunas son más adecuadas para el estudio personal, otras para leerse en grupos de meditación... en fin, lo importante es hacer que la lectura, estudio y meditación de la Palabra forme parte de nuestra vida.

Siempre al amparo del Señor...

"No me desvié del mandato de sus labios, guardé en mi seno las palabras de su boca" (Job 24,12).

domingo, 9 de febrero de 2014

«NOVECENTO»... un monólogo muy bello

Tal vez alguno de mis siete seguidores recuerde una película de 1998 titulada "La leyenda de 1900", con una banda sonora impecable de Ennio Morricone y escrita y dirigida por el cineasta italiano Giusseppe Tornatore, el mismo realizador de Cinema Paradiso. Pues esa película está basada en un monólogo que se llama, incluso en español: «Novecento» (que en italiano quiere decir novecientos). El libro que es un poco más largo que un relato corto y un poco más corto que una novela breve; que fue escrito para hacer un monólogo en el teatro y fue luego llevado al cine en esa estupenda película que obviamente les recomiendo, pero sobre todo les invito a leer el libro de Alessandro Baricco, que es muy breve, se lee rapidísimo, y de inmediato dan ganas de releerlo.

Este monólogo apareció en formato de libro a fines de 1994, en Italia, luego de que ese año, en verano, fuera montado el espectáculo para el que fue escrito originalmente el texto por Baricco. La edición española apareció cinco años después, en 1999.

El libro que invito a leer esta semana es, entonces, un texto teatral, que, como es de imaginarse, tiene incluso algunas indicaciones para la escenificación, pero que se lee más bien como un cuento. Es un libro breve que se puede leer, obviamente, en lo que dura un monólogo teatral, incluso más rápido. El libro tiene apenas 81 páginas. 

El estilo es de Baricco, un autor que más que mostrarnos sus historias nos las cuenta. Es decir, siempre hay en sus libros una idea de que alguien narra una historia, de manera oral. Y cuando esto no es así de manera explícita, la sensación al leerla es esa misma. Sus libros parecen hechos para ser leídos en voz alta. Es un estilo que a él se le da de maravilla, y sus obras funcionan muy bien así.

Este librito nos cuenta la historia de un pianista virtuoso con un estilo extraño, que tuvo la particularidad de nacer y vivir toda su vida en un barco. Durante las últimas décadas del siglo 19 y las primeras del 20, los grandes trasatlánticos viajaban de Europa a América, en concreto a los Estados Unidos, con viajeros millonarios en primera clase, que iban de paseo, y con otros que, en tercera clase, eran pobres y desamparados que iban a buscar una vida mejor a lugares como Nueva York. 
En uno de esos viajes, un marinero encontró a un niño en una caja de cartón encima del piano del salón de baile de primera clase. Supuso que una emigrante tuvo al niño durante el viaje y prefirió dejarlo con la intención de que alguna persona de medios económicos se hiciera cargo de él. Intuyó que no había maldad en ese abandono. En la caja estaba escrito, al parecer, una marca comercial: decía sólo T. D. Limoni. Así que de inmediato, para este marinero llamado Danny Boodmann, el niño fue T.D. Lemon. Con el tiempo le agregó su propio nombre, así que el niño pasó a llamarse Danny Boodmann T. D. Lemon. Luego al marinero le pareció que algo le faltaba al nombre, y como encontró al niño en los primeros días del nuevo siglo 20, le pareció que quedaba bien así: Danny Boodmann T.D. Lemon Novecento (en la traducción al inglés, el niño se llama Danny Boodmann T. D. Lemon Nineteen Hundred). Que, por cierto, sería lo más lógico ya que el marinero es estadounidense, pero en la traducción al español se conserva ese nombre mezclado en inglés e italiano.

El marinero muere en un accidente, y el niño aprende solo a tocar el piano. El tiempo pasa. Y para evitar problemas legales porque ese niño no tiene papeles, el capitán no lo dejaba bajar a tierra. Y eso se le convirtió al joven, y luego al hombre, en una costumbre. Hasta que, aunque él nunca había pisado tierra, la gente, por lo menos ciertas personas del mundo musical, comenzaron a hablar de él. Así se creó la leyenda de ese pianista genial.

La historia contada en este libro es realmente muy bella, y está muy bien escrita. Recordemos que fue escrita originalmente para ser contada en un escenario, por lo tanto para ser escuchada por el público, de ahí que el lenguaje esté particularmente cuidado. El estilo del narrador es, pues, muy sabroso.

La obra en sí es un acto único y los cambios de escena están marcados por cambios de vestuario o por piezas musicales. En la mayoría de las escenas el actor representa a Tim Tooney, que cuenta la historia de su amigo Novecento. Este último aparece sólo dos veces, la primera en una escena brevísima en la que no habla, y la segunda en el epílogo, en una larga escena en que explica los motivos de su conducta y deja entrever el final de la historia, anunciado anteriormente por Tim Tooney.

Alessandro Baricco, el autor, nació en Turín, Italia en 1958. Es un gran novelista, dramaturgo y periodista. Licenciado en Filosofía, ha dirigido un programa de libros y ha fundado una escuela de técnicas de escritura, llamada Holden (como homenaje a Salinger). Escritor alejado del circo mediático, apenas concede entrevistas, su carácter huidizo es proporcional a su nivel de exigencia literaria. Baricco se convirtió en un fenómeno literario mundial con la publicación de su novela Seda (1996). Es autor además de las novelas Seda, Tierras de cristal, Océano mar, City y Sin sangre, y de los ensayos, Rossini Il genio in fuga y El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin. 

Aquí está la película:




Alessandro Baricco,
"Novecento",
Traducción de Xavier González Rovira, 
Ed. Anagrama. Colección Compactos,
81 págs.

«Orientale»... música del compositor ruso César Cui

Se han iniciado en Rusia los juegos olímpicos de invierno, eso ha suscitado en mí la idea de escuchar en estos días música de los compositores rusos y me he encontrado con uno que me parece un poco, o más bien dicho, bastante lejano a mis conocimientos de la música rusa. Me refiero a Tsézar Antónovich Kiuí (Це́зарь Анто́нович Кюи́), más conocido como César Cui (Vilna, 18 de enero de 1835 — San Petersburgo, 26 de marzo de 1918), que fue, al mismo tiempo un compositor e ingeniero militar de gran talla.

Cuí era hijo de una mujer noble lituana y un oficial francés que se quedó en Rusia tras la retirada del ejército de Napoleón. Ninguno de sus padres tuvo interés por la música y Cuí aprendió por sí solo la notación musical y el piano. En 1849 recibió algunas lecciones de armonía y contrapunto que le ayudaron a afirmar su vocación de músico.

Enviado luego a San Petersburgo, ingresó en la Escuela de Ingeniería. Más tarde asistió a la Academia de Ingeniería Militar y se graduó en 1857, llegando a ser topógrafo y un reconocido experto en fortificaciones militares, trabajando toda su vida como ingeniero y llegando a ser Teniente General de Ingenieros. En 1878 fue nombrado profesor en la Escuela de Ingeniería y por un tiempo fue el tutor privado del Zar Nicolás II en fortificaciones.

En 1864 comenzó a escribir críticas musicales para los periódicos y se hizo conocido en los círculos musicales por su oposición a la música occidental, sobre todo la de Reger y la de Richard Strauss. Esto condujo a su asociación con el pequeño grupo de compositores rusos que intentaba crear un estilo musical verdaderamente ruso basado en las ideas nacionalistas de Glinka.

Cuí conoció a Balákirev y se hizo amigo de Borodín, Músorgski y Rimski-Kórsakov. Desde entonces mantuvo una cercana relación con el grupo, conocido como el grupo de los cinco, cumpliendo sobre todo el rol de propagandista y teórico en los esfuerzos por establecer un idioma musical nacional. Cuí fue la primera persona en publicar un ilustrativo libro sobre música rusa y siguió escribiendo como crítico hasta 1900.

En sus composiciones mostró mejor talento como miniaturista que como compositor de grandes partituras. Aunque escribió varias óperas, entre ellas El prisionero del Cáucaso (1857), El hijo del mandarín (1859) o La hija del capitán (1911), ninguna fue tan exitosa como otras partituras suyas.La mayor parte de su producción consiste en canciones y pequeñas piezas para piano, pero también compuso música orquestal. En las últimas décadas una de sus óperas para niños titulada El gato con botas, ha alcanzado gran atractivo en Alemania. Por lo que se refiere a la consideración actual de Cui como compositor, hoy en día en el repertorio mundial de conciertos, es muy poco interpretado. Una de las piezas de su creación que más se interpreta es precisamente esta que les propongo escuchar y que forma parte de la composición "Caleidoscopio", que está formada por 24 pequeñas piezas, de las cuales «Orientale» es la más conocida.

La obra me cautivó desde que la escuché por primera vez y sé que a ustedes también les gustará.  En cada una de las versiones que dejo y que son las que más me han llamado la atención, encuentro ese tinte de la Rusia oriental y la tranquilidad de un hombre que pone mucha matemática en su música. El orientalismo, de hecho, se convirtió –ampliamente considerado en Occidente– en uno de los aspectos más conocidos de la música rusa y un rasgo de carácter nacional ruso. 

¡Sigan disfrutando de las olimpiadas de invierno en Rusia mientras escuchan a Cui! 




Y como colofón, dejo la obra completa de "Caleidoscopio" para quien quiera seguir escuchando más música de Cui:

Cápsula Bíblica 1090

El libro de la Sabiduría finaliza con una declaración de fe: «Por todos los medios, Señor, engrandeciste y cubriste de gloria a tu pueblo, y no dejaste de asistirlo en todo tiempo y lugar» (Sab 19,22). Oramos a Dios cuando tenemos problemas porque tenemos fe en su ayuda, aunque a veces su respuesta sea distinta a lo que pedimos. La «gracia» es esa ayuda gratuita que Dios nos brinda. A diferencia de nuestros recursos naturales, la Biblia nos enseña que la gracia nunca está está en peligro de agotarse. De hecho, ¡mientras más la aprovechemos, más la obtendremos!

Dios nos ama como hijos...

"El siervo no permanece en la casa para siempre; el hijo permanece para siempre" (Jn 8,35).

sábado, 8 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1089

Cada una de las traducciones de la Biblia a los diferentes idiomas tiene su historia. Por ejemplo, la primera versión completa de la Biblia en inglés se realizó en 1382 a partir de la Vulgata latina. Estas traducción fue marcando la cercanía de los pueblos de habla inglesa con la Palabra de Dios, pues hay que tomar en cuenta que, el latín, era una lengua que se conservó como «lengua culta» y mucha gente, incluso muchos sacerdotes y religiosos de aquellos tiempos, dejaban poco a poco de hablarlo. Es una bendición que, a nuestros días, la Biblia ha sido traducida a infinidad de idiomas.

Esperanza que purifica...

"Y todo el que tiene en Él esta esperanza, se purifica, como puro es Él" (1 Jn 3,3).

viernes, 7 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1088

El compartir con los necesitados siempre ha estado presente en la vida de los hombres y mujeres de fe. Desde los primeros tiempo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, se nos habla del rápido incremento en la cantidad de conversos de Jerusalén. La Biblia dice que en un breve período, los miembros de la Iglesia pasaron de ciento veinte (Hch 1,15) a más de ocho mil (Hch 2,41; 4,4). Este fenómeno creo problemas a la hora de ayudar a los necesitados, ya que muchos creyentes eran pobres. La Iglesia se fue organizando para que, ayudándose unos a otros, se recaudaran fondos para obras de beneficencia; por lo cual, nos damos cuenta de lo importante que es vivir la caridad en comunidad compartiendo con los más necesitados.

La frescura del cielo...

"Ya no tendrán hambre, ni tendrán ya sed, ni caerá sobre ellos el sol, ni ardor alguno" (Ap 7,16).


jueves, 6 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1087

Las cartas paulinas a las iglesias de Colosas y Éfeso, están estrechamente relacionadas: al parecer, la segunda incorpora la cuarta parte del contenido de la primera y con toda probabilidad se trata de los documentos más discutidos del Nuevo Testamento. Los estudiosos difieren radicalmente en lo referente a si son obra de san Pablo o de un autor o autores posteriores que se apropiaron de auténticos conceptos paulinos y los desarrollaron. A la luz de la fe lo que nosotros tenemos que ver en situaciones como estas, es el hecho de que una persona enamorada de Dios como san Pablo, es capaz de influir en otros que quieren escribir como él y hacer presente también a Cristo a la manera como él lo hizo en el corazón de tantas almas. 

Acompañar, estar con...

"Alégrense con los que se alegran, lloren con los que lloran" (Rm 12,15).

miércoles, 5 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1086

La Biblia cuenta que a la muerte de Moisés, los israelitas cruzaron el Jordán y entraron en la tierra de Canaán. El libro de Josué relata las primeras conquistas y concluye con la reafirmación de la supremacía de Yahvé. No obstante, según el libro de los Jueces, Israel dejó de creer inmediatamente en Dios, razón por la cual afrontó la cólera divina. Cada vez que el pueblo se arrepentía, Dios nombraba un jefe o «juez» que derrotaba a los enemigos de la nación. El más grande de ellos fue Samuel, quien se enfrentó con la necedad de un pueblo de cabeza dura. Leyendo estos relatos de los libros de los Jueces y I y II de Reyes, iluminamos mucho con la Palabra de Dios la situación que vive nuestro mundo y nuestra sociedad, que, a la menor atracción, deja a Dios y necesita de la conversión.

Amarse mutuamente...

"Esto les mando: que se amen unos a otros" (Jn 15,17).

martes, 4 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1085

Dos de los lugares que tienen suma importancia en los relatos evangélicos son Nazareth y Cafarnaúm. Por aquel entonces Nazareth era poco más que una aldea y el símbolo del rechazo judío a Jesús, símbolo más punzante si cabe por tratarse del lugar donde nació. Cafarnaúm suele presentarse en la Biblia como contrapartida de Nazareth, como escenario del triunfo, si bien finalmente es maldecida por su incapacidad de aceptar a Jesús.

Jesús sana para servirle...

"Le tomó la mano, y la fiebre la dejó, levantándose, se puso a servirle" (Mt 8,15).

lunes, 3 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1084

El asunto de la creación del mundo siempre ha sido un tema de controversia para muchos. Los primeros once capítulos del libro del Génesis, en la Biblia, ofrecen diversos relatos sobre los orígenes que sientan las bases de la aparición de los israelitas, el pueblo elegido por Dios. El Génesis no se ocupa de la idea de la creación a partir de la nada, sino de la forma en que cobró existencia el mundo tal como lo perciben los seres humanos. El concepto del principio absoluto aparece más adelante en la Biblia (por ejemplo en Mateo 7,28). Las narraciones del Génesis describen la creación del cosmos y de los primeros humanos, la destrucción del mundo a causa de un gran diluvio, el resurgimiento de la humanidad y el origen de las diversas poblaciones y lenguas del mundo.

Sin Dios no somos nada...

"Todos los pueblos son delante de Él como nada, son calificados como nada y vacío" (Is 40,17b).

domingo, 2 de febrero de 2014

«LA MÚSICA CALLADA»... La ciencia de la meditación

Esta semana les invito a leer una obra espiritual de síntesis creativa y airosa, que añade los descubrimientos de la ciencia moderna a los contenidos de las tradiciones religiosas de Oriente y Occidente. El autor es William Johnston, un sacerdote Jesuita nacido en Belfast en 1925. Este hombre, que más de una ocasión fue descrito como «otro Thomas Merton», estudió en Liverpool y en la Universidad Nacional de Irlanda, para luego unirse a la Orden de los Jesuitas y en 1951 se trasladó a Japón, lugar donde ha residido desde entonces.

Johnston es doctor en teología mística por la universidad de Sofía, Tokio y ha dedicado gran parte de su vida a la práctica y al estudio de la meditación. Ha realizado además estudios específicos sobre budismo, participando activamente en el diálogo entre el budismo Zen y el cristianismo.

El libro de esta semana sirve de guía completa para cuantos quieren encaminarse por los senderos de la meditación a la búsqueda de su ser mas profundo, sobre todo ahora que cuando menos pensemos, ya estaremos en Cuaresma. Me consta que mucha gente, incluso gente joven, está interesada cada día más en la meditación. Es fácil conseguir el libro en Internet, lo venden impreso por este medio.


William Johnston,
"La música callada",
(La ciencia de la meditaciòn).
Ediciones Paulinas,
Madrid 1980,
295 páginas.

«TOCATA PARA INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN»... de Carlos Chávez

Varias veces he presentado música de Carlos Chávez (Carlos Antonio de Padua Chávez y Ramírez), aclamado mundialmente como uno de los compositores mexicanos más relevantes de todos los tiempos. Hoy quiero invitarles a escuchar otra de sus obras, se trata de la «Toccata para instrumentos de percusión», una obra con una partitura brillante y de sólida concepción para deleitarse con los diversos instrumentos de percusión que se utilizan. Mis siete seguidores saben como me cautivan las percusiones.

Chávez tuvo a lo largo de su vida gran fascinación por los instrumentos de percusión y la exploración de sus fronteras. En obras como el ballet "Los cuatro Soles" (1925), la "Sinfonía india" (1936) y la fantasía azteca "Xochipilli-Machuilxóchitl" (1940). Chávez aumentó considerablemente su arsenal de percusión convencional con instrumentos indios y aztecas reconstruidos e“imaginados”, que usa melódicamente, así como para obtener diversos colores y efectos rítmicos. Pero curiosamente la «Toccata para instrumentos de percusión», compuesta en 1942, posee muy pocos elementos folclóricos. Utiliza como instrumentos autóctonos, solamente un tambor indio, maracas y claves –el resto son los normalmente usados en la orquesta sinfónica–, y solamente en una pequeña sección del tercer movimiento podemos encontrar un carácter folclórico más explícito, que intenta reproducir el acompañamiento de una danza.

Chávez retoma con esta Toccata los conceptos e ideas musicales de un género más que conocido en el mundo musical: el Renacentista y Barroco para su composición percusiva y se convierte así en el primer compositor mexicano que escribe exclusivamente para un ensamble de percusión.

Con una longitud de quince minutos, Chávez se arriesgó con una obra que puede resultar extensa para un público no acostumbrado, y que pudo haberle traído graves consecuencias en el estreno en aquellos años, pero el desarrollo de los materiales planteados, las complejas e inteligentes propuestas rítmicas y las aventuras colorísticas emprendidas por su autor, sumadas a la intensidad, dramatismo y gran virtuosismo colectivo, hacen de la Toccata una auténtica obra maestra del repertorio de la percusión del siglo XX. El manejo individual de voces, planos tímbricos, texturas, dinámicas y motivos musicales dan como resultado una orquestación que demuestra dominio del género, un sobrado conocimiento orquestal y la incuestionable capacidad compositiva del autor.

Después de su estreno, la «Toccata para instrumentos de percusión» se convirtió rápidamente en un clásico, y las numerosas interpretaciones que se han hecho de ella, fueron seguidas por una cantidad considerable de grabaciones. En la biografía de Carlos Chávez, publicada originalmente en 1960, el musicólo goargentino Roberto García Morillo registra cinco grabaciones de la Toccata en aquellos viejos discos LP de 33rpm que de repente volvemos a ver. A éstas se añaden las versiones grabadas por la Orquesta de Percusiones de la UNAM y las Percusiones de Estrasburgo, también en LP, y complementan la lista otras dos versiones en disco compacto: la del conjunto húngaro Amadinda y la estupenda versión del grupo mexicano Tambuco bajo la dirección de Eduardo Mata, que fue la última grabación realizada por este gran director.

Cápsula Bíblica 1083

Cuando un grupo, una comunidad o una familia, están encerrados en sí mismos, es posible que la solución de sus problemas tenga que venir de fuera. Cuando en la Biblia leemos los libros referentes a los profetas, podemos darnos cuenta de lo importante que esto es. Dios envía muchas veces personas ajenas al conflicto para dar una luz nueva y ayudar a encontrar una respuesta. Hay que recordar que, como todos somos profetas desde nuestro bautismo... ¡Vale la pena entregarse  Dios para ser mediador de su amor para los demás!

Siempre podemos compartir...

"Y añadió: «Me ha dado, además, estas seis medidas de cebada, diciéndome: No vuelvas a casa de tu suegra con las manos vacías» (Rut 3,17).

sábado, 1 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1082

Los sueños, en la Biblia, aparecen como una de las maneras más habituales que Dios tenía para comunicarse con sus profetas y otros grandes personajes como José el esposo de María. A Salomón, por ejemplo, en un sueño del que nos habla el primer libro de los Reyes, Dios le dijo: "¿Qué es lo que quieres? ¡Pídeme, y yo te lo daré". Salomón respondió: "Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal" Dios le dijo: "Te daré un corazón sabio y comprensivo, como nadie nunca ha tenido ni jamás tendrá" (1 Re 3). Si Dios te dijera en un sueño que le pidieras lo que tú quisieras.... ¿qué pedirías?

Esfuerzo en común...

"Esfuérzate y esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios, y haga Yahvé lo que bien le parezca" (1 Cro 19,13).