Hace tiempo, en el blog del colegio Isabel la Católica, la hermana Liz Mendoza recomendó este libro que me llamó la atención y saboreé casi de corrido por su lenguaje bastante accesible y sabroso. Se llama «MOMO».
Momo es una niña que posee la maravillosa cualidad de saber escuchar a los demás y que desea ayudar a la gente a humanizar sus vidas. Sobre todo cuando los hombres grises deciden apoderarse de uno de los bienes más preciados que poseen las personas: su tiempo. Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.
Momo vive en las ruinas de un anfiteatro de una gran ciudad italiana. Es feliz, buena, cariñosa, con muchos amigos, y tiene esa gran virtud que ya mencioné: la de saber escuchar. Por eso, es una persona a la que mucha gente acude para desahogarse y contar las penas, ya que ella es capaz de encontrar una solución para todos los problemas.
Sin embargo, al avanzar en la lectura, aparece una amenaza que se abalanza sobre la tranquilidad de la ciudad y pretende destruír la paz de sus habitantes. Llegan esos hombres grises, unos extraños seres que viven parasitando del tiempo de los hombres, y convencen a la ciudad para que les entregue su tiempo.
Pero Momo, por su singular personalidad, constituirá el principal obstáculo para estos seres, de modo que se intentarán deshacer de ella. Momo, con la ayuda de una tortuga y un extraño dueño del tiempo se las arreglará para salvar a sus amigos y devolver la normalidad a su ciudad, acabando para siempre con los hombres del tiempo.
Es un libro perfecto para los más jóvenes cuando empiezan con el gusto por la lectura, pero esta cargado de mensajes para los adultos. Páginas llenas de ternura que una vez que se comienzan, no se pueden dejar de leer. Lo recomiendo a todo el mundo, no importa su edad. Lo leí en formato electrónico pero dejo la portada y la editorial:
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