domingo, 27 de diciembre de 2020

Cápsula Bíblica 3581

La Biblia nos deja ver que David fue un rey bueno con el pueblo y Modesto en sus gastos. Salomón, en cambio, rodeó su persona y su corte de lujo y de magnificencia. Para obtener los fondos requeridos exigió de las tribus del norte fuertes tributos, concediendo privilegios especiales a la tribu de Judá. A la muerte de Salomón, subió al trono de Jerusalén su hijo Roboám, quien promete a las tribus del norte tratarlas con mayor dureza que su padre. El pueblo, exacerbado, se revela y proclama a Jeroboám raíz de las 10 tribus de Israel: Efraín-Manasés, Rubén, Gad, Dan, Neftalí, Asher, Zabulón, Izacar, parte de Benjamín. Roboam queda solamente con la tribu de Judá y parte de la tribu de Benjamín. Así nacieron los dos reinos: el Reino del Sur o de Judá con su capital Jerusalén y el Reino del Norte o de Israel que tendrá como capital Samaría.

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