La música programática o música descriptiva es la música que tiene por objetivo evocar ideas o imágenes extra-musicales en la mente del oyente, representando musicalmente una escena, imagen o estado de ánimo. El término se aplica exclusivamente en la tradición de la música clásica europea. Habitualmente el término se reserva a las obras puramente orquestales (piezas sin cantantes ni letra).
No dudo de que la obra más famosa de la música clásica programática del barroco sea «Las cuatro estaciones», que ilustra las estaciones del año con lluvia, el zumbido de las moscas, vientos helados, esquiadores sobre el hielo, campesinos bailando y muchas cosas más. El programa de la obra se explicita con una serie de cuatro sonetos escritos por el compositor.
Vivaldi, apodado «Il prete rosso» (el cura rojo) por ser sacerdote, pelirrojo y vestir una capa roja compuso unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 conciertos y 46 óperas. Seguramente a lo largo de nuestra existencia, todos escuchemos —por lo menos una sola vez— movimientos de las Cuatro Estaciones de Vivaldi en películas o lo que sea.
Las cuatro estaciones de Vivaldi se publicaron en 1725 y llegaron ahora a mis manos gracias a Manolo, nuestro incansable misionero vanclarista que junto con su mujer Mary Carmen y sus hijos Luis Manuel y Raquelito, hacen una obra apostólica maravillosa llegando al corazón de muchas almas en su entrega apostólica al servicio de nuestras misiones.
La obra, en este caso, está interpretada por la Orquesta Filarmónica de Nuremberg, una orquesta sinfónica que fue fundada en 1946. Cada año esta orquesta representa cerca de cien conciertos con el objetivo de llegar al máximo público posible y alcanzar la máxima relevancia social. Las dos filas para abonados del Meistersingerhalle son visitadas por cerca de 3,000 abonados. Durante el verano el aclamado concierto en el Patio de las Serenatas y el famoso festival Classic Open Air, en el parque Luitpoldhain, acogen a un público de unas 60,000 personas.
La orquesta tiene, por supuesto, muchas grabaciones y entre ellas ésta de «Las cuatro estaciones». La Filarmónica de Nuremberg ha tenido gran éxito en la representación y grabación de temas musicales para películas, lo cual fue reconocido con un premio Grammy en 1992 para la música de la película La Bella y la Bestia.
En este disco, la obra está interpretada con una calidad indiscutible.¡Me encantó el regalo! y es para escucharlo una y otra vez.
No será nada difícil encontrar tal vez no exactamente este disco, pero hay muchos intérpretes más de la obra, incluyendo solistas y para muestra comparto un video que si bien no es la perfección andando vale la pena ver y escuchar:
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