viernes, 17 de febrero de 2012

Cápsula Bíblica 368

Cuando leemos la Biblia nos damos cuenta de que Dios nos habla de una manera clara y fuerte, porque su Palabra es viva y eficaz. Lo contenido en la Sagrada Escritura no es solamente una historia interesante y lejana de nosotros, sino nuestra misma historia personal, familiar y comunitaria. Al meditar la Biblia nos sentimos «actores principales», «coprotagonistas de Cristo» en esta historia humana y divina de nuestra salvación.

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