Hace casi dos años, me encontré en la librería San Pablo de Los Angeles, en California este libro de Fernando Beltrán sobre Thomas Merton: «LA CONTEMPLACIÓN EN LA ACCIÓN». Me llamó la atención desde el principio porque este monje benedictino americano, que vivió una profunda vida espiritual, traspasó no solo el monasterio, sino el mundo entero y dejó muchas reflexiones para los creyentes y no creyentes.
Por una cosa y por otra, el libro se quedó en espera de ser leído todo este tiempo, hasta que esta semana lo pude leer y terminarlo hoy mismo. Este libro de Fernando Beltrán, deja entrar al corazón de Merton, siempre en búsqueda de Dios en el silencio profundo y en el diálogo con el mundo para ofrecer un mensaje de cordura e interioridad, paz y desarme, solidaridad y universalidad, en medio de la vorágine y la euforia de un mundo que empezaba a cambiar vertiginosamente.
Beltrán nos presenta al joven hijo de artistas, al hombre que vivió su niñez entre Europa y Estados Unidos, políticamente activo, de vasta cultura. Thomas Merton es un modelo tipo del hombre del siglo XX. Su búsqueda de respuestas le llevó a la fe, e ingresa en la vida monástica. Desde allí, su vida entera es un testimonio del amor de Dios, del compromiso con los hombres y de diálogo sincero y abierto del espíritu cristiano con otras religiones y diversas formas de espiritualidad.
El libro nos lleva a acompañar al monje desde el retiro y la soledad del monasterio, enseñándonos como Thomas Merton abre su corazón al mundo, mostrándole una riqueza sorprendente y una actualidad que llega a la universalidad.
Estas páginas dejan un hermoso sabor en el que el silencio y la soledad, dos cuestiones importantísimas para todo el hombre que busca encontrarse a sí mismo para construir una auténtica sociedad con Dios y con la humanidad.
Fernando Beltrán,
"La Contemplación en la Acción",
Ed. San Pablo,
Madrid 1996,
172 páginas.
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