Cápsula Bíblica 3121

Algunos de los libros apócrifos que se han encontrado y que por supuesto no son considerados como inspirados son los siguientes: Del Antiguo Testamento: el libros de los Jubileos, los libros I y IV de Esdras, la oración de Manasés, los libros III y IV de los Macabeos, los Salmos y las Odas de Salomón, el libro de Henoch, los oráculos de las Sibilas. Del Nuevo Testamento: el Protoevangelio de Santiago, el Tránsito de María, las Actas de Pablo, el Evangelio según los Hebreos, la Carta de nuestro Señor Jesucristo a Abgaro. Todo ellos aportan algunos datos históricos pero contienen también mitos y cuestiones que no pueden ser admitidas como verídicas.