«Recuerdo un episodio que me contó hace tiempo una religiosa. Acababa de hacer Ejercicios espirituales, regresaba en tren a su casa y estaba muy contenta. Había pasado una semana en un clima de oración y meditación. Había tenido, sobre todo, un poco de tiempo libre para estar con su Señor y reencontrarse a sí misma, en el gozo de la escucha de la Palabra. Era evidente que esta serenidad se le notaba en la cara, porque, al cabo de un rato, la señora que estaba sentada frente a ella le dijo: Hermana, está usted tan contenta que ni siquiera parece monja».
Con esta anécdota empieza el religioso canosiano y psicólogo Amedeo Cencini esta obra excepcional que trata sobre «La alegría cristiana» y que recomiendo ampliamnete para quien busque algo que leer esta semana que iniciamos en el nombre del Señor.
No cabe duda que los cristianos —de cualquiera de las diversas denominaciones—, estamos llamados a ser testigos de la alegría, de la sonrisa y del buen humor, y a convertirnos en apóstoles de un nuevo apostolado humanista: ¡El del optimismo cristiano que nace de nuestra esperanza en Jesús! Todos nos hemos sentido contagiados por la gente que va por la vida llena de alegría, basta pensar en la sonrisa del beato Juan Pablo II y de la beata María Inés Teresa, o de la risa alegre del papa Francisco. Pero, muchas veces los cristianos no nos presentamos como grandes expertos en este tema de la alegría... Con frecuencia, mucha gente —incluso algunos de Misa diaria— no da un testimonio de alegría. Muchos creyentes, consumidos por el ajetreo de la sociedad en que vivimos, van nerviosos y tensos, se presentan preocupados o superocupados, olvidandose de que éste es nuestro primer apostolado: «El apostolado de la sonrisa», como decía la beata María Inés Teresa, y al final aparecen más sombríos que contentos de servir al Dios de la alegría.
La primera parte de este libro —uno de los muchos que ha escrito Cencini—, nos muestra los componentes psicológicos de la alegría, y la segunda nos muestra sus dinamismos psicológicos (la alegría como libertad; la libertad para hacer las cosas por amor; la alegría del perdón; la alegría como libertad para esperar, etcétera). La exposición del autor, caracterizada por una sólida fundamentación tanto bíblica y teológica como psicológica, nos muestra cómo podemos llegar a asemejarnos a «nuestro Dios, que es alegría infinita».
El autor, Amedeo Cencini (Senigallia, Italia, 1948), es religioso canosiano,profesor de las universidades Salesiana y Gregoriana de Roma y autor de numerosos trabajos de psicología aplicada a la vida cristiana y de formación para la vida religiosa. Desde 1995 es consultor de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica. Ha publicado, entre otros libros "Hacia la alteridad" (2ª ed.: 2004); "Alguien te llama". Carta a un joven que no sabe que es llamado" (2ª ed.: 2003); "Relacionarse para compartir. El futuro de la Vida Consagrada" (2ª ed.: 2007) y "Virginidad y celibato, hoy. Por una sexualidad pascual" (3ª ed.: 2008).
Les invito a leer esta obra y meditar, con los textos del Evangelio que comenta, el gozo que debemos celebrar al saber que estamos llamados a ser testigos de la alegría, de la sonrisa y del buen humor, y a convertirnos en apóstoles de un nuevo apostolado humanista: el del optimismo cristiano, que nace de nuestra esperanza en Jesús.
Amedeo Cencini,
"La Alegría, sal de la vida cristiana"
Ed. Sal Terrae,
Santander 2009,
135 páginas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario