Hay libros que son simpáticos y se leen de corrido, historias que parace que son solamente chuscas y que dejan mucho de contenido detrás de la historia. este es el caso de «El diablo se viste de prada», la historia que luego fue llevada a la pantalla grande con un enorme éxito y en el que la autora, Lauren Weisberger nos habla del anhelo de la joven Andrea, que es entrar como redactora en New Yorker, pero sólo consigue un puesto de ayudante de dirección en una revista de moda. Se trata de aguantar un año, y esa experiencia puede abrirle las puertas de su sueño.
La historia es sumamente simpática, porque lo que Andrea no sabe es que a partir de ese momento las horas se harán interminables, y que su jefa, Miranda Priestly, es un auténtico demonio vestido de prada. Lauren Weisberger nos introduce en las entretelas del mundo de la moda, con un relato hilarante, cargado de ironía y desenfado, donde destaca la caracterización de la insufrible editora, a cuyos pies se rinden los mejores diseñadores, y que se regodea en torturar psicológicamente a sus pobres subalternos. Glamour y sufrimiento van de la mano en esta divertida e irónica novela, que ha cosechado un sonado éxito entre los lectores de Estados Unidos y se sigue vendiendo.
La insistente voz de Priestly persigue a Andrea hasta en sueños: «¿An-dre-aaa?, ¡An-dre-aaa!». ¿Es éste el trabajo con el que soñaba al salir de la universidad? ¿Es éste el trabajo por el cual tiene que estar agradecida y sentirse tan afortunada? Todos, sin excepción veneran a Miranda Priestly. Todos, menos Andrea, que no se deja engañar por este escaparate de diseño y frivolidad. Si quieren pasar un rato ameno, riendo y desenfadándose de muchas cosas, leanlo.
Lauren Weiberger,
"El diablo se viste de prada",
Ed. Booket,
Barcelona 2014.
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