La verdad no sé por qué había pensado que desde hace mucho tiempo había hablado de este bellísimo libro y lo había recomendado... ¡resulta que no!... ¡qué pecado! Y es que es un libro de verdad, maravilloso que no he leído una, sino varias veces.
El libro es un comentario sobre la parábola del hijo pródigo, a partir de un cuadro de Rembrandt sobre el mismo tema y de la propia experiencia personal de Henri Nouwen, el autor. En él, Nouwen analiza tres fases de su vida espiritual a partir de esa parábola.
La obra consta de tres grandes bloques, que van acompañados por un prólogo, una introducción, una conclusión y un epílogo. Cada uno delos tres grandes bloques aborda la visión de un personaje: el hijo menor, el hijo mayor y el padre.
Nouwen lleva de la mano al lector para sacarle mucho significado a esta parábola, y además resaltando detalles del cuadro de Rembrandt con una habilidad impresionante, que llevan al quien va leyendo, no sólo a la reflexión, sino al crecimiento personal y espiritual.
Impacta la forma en la que usando el arte de una pintura, explota al máximo la parábola, pues bien dicen, una imagen vale más que mil palabras.
El autor nos dice... «Me acerqué a "El Regreso Del Hijo Pródigo" de Rembrandt como si se tratara de mi propia obra: Un cuadro que contenía no sólo lo esencial de la historia que Dios quería que yo contara a los demás, sino también lo que yo mismo quería contar a los hombres y mujeres de Dios. En él está todo el evangelio. En él está toda mi vida y la de mis amigos. Este cuadro se ha convertido en una misteriosa ventana a través de la cual puedo poner un pie en el Reino de Dios».
Henri J. M. Howen (1932-1996) nació en los Países Bajos, donde se ordenó sacerdote. Enseñó en diversas universidades norteamericanas. Más tarde se trasladó a la comunidad de El Arca en Daybreak (Toronto) y ya he hablado de él al recomendar otros de sus libros.
Henri J. M. Nouwen,
"El regreso del hijo pródigo",
Ed. PPC,
Madrid 1992,
157 páginas.
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