domingo, 7 de agosto de 2011

Busoni... Un concierto para piano y orquesta y coro masculino que vale la pena

Hace unos meses escuché un disco de un compositor desconocido hasta entonces para mí. Se trata del Concierto para piano y coro masculino, Op. 39, de FERRUCCIO BUSONI (1866-1924), que fue considerado por el célebre pianista J. Ogdon como “el mayor concierto de piano de cuantos se haya escrito”. Luego de escuchar la obra, cambié impresiones con el prestigiado compositor mexicano José Hernández Gama, quien me habló un poco más de él y creo que bien merece, a mi juicio, por su brillantez y sus altos valores musicales, considerar este concierto como una de las obras cumbres del género, y tener un lugar en las programaciones sinfónicas. Por lo pronto, es el disco que recomiendo escuchar esta semana.

Busoni fue un compositor bastante prolífico y ciertamente solitario, cuyas obras llegan a los trescientos números, Su música más original, como las Siete Elegías de 1907, o las Seis Sonatinas de 1910-20, no es fácil de escuchar, pero nos proporciona sensaciones infrecuentes y un cierto disfrute intelectual que poca música es capaz de generar.

La música de Busoni es de las más fascinantes y originales que se tuvieron lugar entre los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del XX, pero una de las más impopulares, ya que reacciona contra un idioma musical romántico totalmente maduro y establecido, ejemplificado en el arte de un Brahms, y se lanza a la conquista de un mundo sonoro muy diferente, absolutamente ajeno a los sentimientos cotidianos y “terrenales”. Su música expresa algo distante e inmaterial, pero a la vez riguroso; a veces parece hablar un lenguaje tal que no existen referentes que nos permitan entenderlo, como si su lógica hubiera sido creada de la nada. Busoni no busca complacer la sensibilidad del oyente, sino que le impone una apertura de su gusto musical.

Busoni es considerado como un pionero en las tendencias neoclásicas –y neobarrocas- que atrajeron a tantos grandes autores en el período de entreguerras. La cita de Stravinski es ya tópica, pero junto a él compositores como Bartók, el propio Schoenberg y su escuela, Milhaud, Hindemith, y un buen número de españoles, como el genial Manuel de Falla, los Halffter, Remacha, etc. deben mencionarse. El gusto por lo clásico, por la claridad y los valores constructivos frente a los puramente emocionales ha sido una constante en el arte del siglo XX, y otorgan un valor excepcional a la aventura creativa de Busoni, que se adelantó a esta tendencia antes de 1900, y murió en 1925, precisamente cuando los mejores compositores de la época trabajaban en esa línea.

En el formidable Concierto para piano, coro de hombres y orquesta de 1903, la alusión a la Beethoven (Fantasía para piano, orquesta y coro, Novena sinfonía) es obvia, incluso en detalles de orquestación del primer tiempo. El segundo y cuarto movimientos son prodigios de brillantez e imaginación, destacándose este último, All’italiana, con sus ritmos de tarantella y sus riquezas armónicas. El quinto, donde entra el coro, es de corte más claramente postromántico. En la obra domina un ideal épico y grandioso, y pese a la influencia de Liszt, hay algunas sonoridades que parecen hacer la luz entre la maraña romántica.

Los dejo ahora con el singular Ferruccio Busoni, que bien merece ser más conocido en su faceta creativa como compositor esforzado y original, verdaderamente comprometido con su labor. Como notarán al escuchar esta obra, se trata de un innovador en bastantes aspectos,   especialmente al escuchar los movimientos 2 y 4 (Pezzo giocoso y All'a italiana-tarantella respectivamente), y también la peculiaridad en su ultimo movimiento (cantico) en el que finaliza con un suave y reverente canto de un coro masculino y con una brillante terminación del instrumento solista. Este disco fue grabado en vivo, en el año de 1988. En la página "Sonido Clásico" lo pueden encontrar. ¡Disfrúten el concierto!


Un click y vas a un enlace para descargar el disco

Aquí para escuchar con Kun Woo Paik:

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