Hoy quiero compartir una novela de Mario Benedetti, de quien ya he hablado antes, cuando comenté algo de "La borra del café". Se trata de «La Tregua», una obra que ha sido traducida a más de 20 idiomas e incluso ha sido llevada a la pantalla grande y que en un lenguaje ordinario, de ese que definimos como "común y corriente" encierra una serie de reflexiones profundas en muy diversos campos de la vida.
La novela se desarrolla en la ciudad uruguaya de Montevideo, y transcurre del 11 de febrero de 1958 a el 28 de febrero de 1959. Martín Santomé, el protagonista, es un viudo de 49 años que está a punto de jubilarse. La relación con sus 3 hijos ya mayores, Blanca, Jaime y Esteban, no es muy buena, a causa de su obsesión por el trabajo. Martín comienza inesperadamente un romance con Laura Avellaneda, una joven de 24 años que empieza a trabajar en la empresa para la cual trabaja Martín.
Poco a poco, la relación entre ellos va aumentando hasta que deciden vivir juntos en un apartamento que Martín alquila exclusivamente para sus encuentros, y que, como deja ver el protagonista en su propio diario, son mucho más que una mera aventura, ya que se establece una relación de amor y respeto entre ellos dos.
Luego de un tiempo Santomé decide proponerle matrimonio a Laura, pero sus intenciones se ven truncadas debido a la repentina ausencia de ella en la oficina: ha caído enferma a causa de una gripe.
En este punto de la historia, casi al final, las anotaciones en el diario de Martín se vuelven confusas y esporádicas. Finalmente nos enteramos de que Laura ha muerto, motivo por el cual las anotaciones en el diario dejaron de ser tan constantes como antes. A continuación Martín explica su vida después de Laura, cuando vuelve a la monotonía de su trabajo y recuerda un amor desconocido para todos. La última reflexión del personaje antes de finalizar la historia, es que su vida estaba destinada a la monotonía y la soledad, que Dios le destinó esa patética existencia aunque antes de morir le dio una tregua con Laura para sentirse vivo por un momento, pero que tarde o temprano volvería a su rutina, a su verdadera vida.
Me impresiona ver cuánta gente vive así en nuestro mundo, una vida monótona que nada re-estrena si no hay alguna novedad. La lectura de esta novela me ha hecho reflexionar mucho, muchísimo, en los ideales, en la esperanza, en la alegría de descubrir la presencia de Dios cada día en mi vida, cosa que Martín poco hace, pero ese "Dios mío, Dios mío, Dios mío" que pronuncia... ¡me dejó pensando!
Les aseguro que es un libro que les dejará pensando a ustedes también.
Mario Benedetti,
"La Tregua",
Ed. Aguilar,
México,
182 páginas.
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