lunes, 31 de agosto de 2015

Cápsula Bíblica 1655

Un dato muy  interesante que uno descubre en la Biblia al leer el Antiguo Testamento, es que la Sagrada Escritura, tratando al hombre como un «conjunto psicofísico», une con frecuencia los sufrimientos «morales» con el dolor de determinadas partes del organismo de la persona: de los huesos, de los riñones, del hígado, de las vísceras, del corazón. En efecto, la ciencia nos enseña que no se puede negar que los sufrimientos morales tienen también una parte «física o somática», y que con frecuencia se reflejan en el estado general del organismo. ¡La Biblia no se equivoca!

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