Ya había comentado que acabo, hace poco, de leer un libro de Markus Kuzak, joven escritor autraliano nacido en Sidney el 23 de junio de 1975, el famoso autor de «La Ladrona de Libros». Se trata de «Cartas Cruzadas», una novela que pone de manifiesto que el cariño, la amistad e incluso la idea de Dios no son solamente nombres sino verbos, acciones, compromiso de hacer a Dios presente en el mundo, ya que es actuando cada día como descubrimos la verdadera esencia de estos sentimientos.
La historia nos engancha a la vida de Ed Kennedy, un chico cualquiera en un suburbio cualquiera de una gran ciudad con todo y el lenguaje y comportamiento que muchos de los chicos de hoy suelen tener, en medio de un mundo que va ennegreciendo el corazón. Ed vive en un apartamento maltrecho en compañía de su maloliente perro, y se gana el sueldo como taxista tipo Uber. Le acompaña una pandilla de amigos que poco o nada le piden a la vida, pero de repente algo pasa y Ed tendrá una misión que cumplir... Día tras día, noche tras noche, el joven Kennedy irá descubriendo que el afecto, la amistad y el amor no son, como digo, palabras huecas, sino verbos vivos. Uno, al ir leyendo va viendo cómo Ed, si quiere saber, necesita preguntar; si pretende ayudar, necesita actúa; si quiere cambiar, no puede esperar ni procrastinar.
Leyendo esta obra, el lector puede darse cuenta de que a menudo, son los pequeños gestos los que mueven el mundo y Markus Zusak va demostrando que cada uno de nosotros, incluso un chico cualquiera en un suburbio cualquiera, puede dar el primer paso.
Algunos de los temas que el relato toca son el significado y el valor de las aspiraciones, el amor y el miedo a enamorarse y las diferencias establecidas por las clases sociales.
Con esta novela Kuzak ganó el premio "Children's Book Council" de Australia en el año 2003.
Markus Kuzak,
"Cartas Cruzadas",
Ed. Lumen,
384 páginas.
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