Nacido en La Habana en 1847, Ignacio Cervantes (La Habana, 31 de julio de 1847 - La Habana, 29 de abril de 1905) fue un músico cubano, virtuoso del piano y compositor que dio sus primeros pasos en la música de la mano de su padre, un excelente pianista, para proseguir estudios más tarde con otros tutores. La visita a Cuba por esos años de quien hasta ese momento era el único pianista norteamericano reconocido internacionalmente, Louis Moreau Gottschalk, fue providencial para que la familia decidiera que el joven Ignacio de diecinueve años debía terminar su formación en Europa, más precisamente, en el Conservatorio de París.
A diferencia de Debussy, Bizet o Gounod, Ignacio no pudo acceder al Premio de Roma mientras fue alumno del Conservatorio de París entre los años 1866 y 1870, debido a su condición de extranjero. Pero ello no impidió que el primer año de su estadía se hiciese acreedor al Primer Premio en interpretación en piano, y dos años después, con el Primer Premio de armonía.
Luego de cuatro años de estadía en la prestigiosa institución, regresó a La Habana en 1870 cubierto de honores pues aparte de los premios ya anotados, había logrado un reconocimiento no menor entre renombrados colegas de la talla de Rossini, Liszt y Gounod.
Fernández compuso una ópera, Maledetto, y varias obras de cámara y zarzuelas, pero hoy es recordado principalmente por su obra para piano, en la que sobresalen sus populares 45 «Danzas Cubanas», cinco de las cuales les presento con la pianista cubano-canadiense Beatriz Boizán y luego dejo un video para escucharlas todas.
¡Disfruten!
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