El «Danzón n.º 2» es una obra musical para orquesta sinfónica compuesta por el destacado músico mexicano Arturo Márquez, (n. Álamos, Sonora, 20 de diciembre de 1950) que ya he dicho en varias ocasiones, es mi compositor mexicano favorito y ya he hablado varias veces, con diversas obras, de él, solo que me faltaba detenerme con detalle en esta fastuosa composición. Sin duda alguna puedo decir que de sus composiciones, la que más veces he escuchado y que más me gusta es ésta.
La obra fue estrenada con gran éxito el 5 de marzo de 1994. Influenciada por el danzón, los ritmos populares y la música mexicana de concierto, es la más destacada de la serie de nueve piezas tituladas así de las cuales ya he hablado en general, y se convirtió en una pieza recurrente en la interpretación de orquestas sinfónicas de México y el mundo. El gobierno mexicano en su vigésimo aniversario reconoció a «Danzón n.º 2» como la segunda obra de música mexicana de concierto más famosa, sólo por detrás del Huapango de José Pablo Moncayo. Críticos como Aurelio Tello lo califican como «uno de los rostros más profundamente genuinos de la actual música mexicana».
La mejor forma de acercarse al Danzón No. 2 de Arturo Márquez es a través de un texto de su puño y letra, que dice así: «La idea de componer el Danzón No. 2 surgió en 1993 durante un viaje a Malinalco con el pintor Andrés Fonseca y la bailarina Irene Martínez, ambos expertos en bailes de salón y con una especial pasión por el danzón, la cual me transmitieron desde el principio y también en posteriores excursiones a Veracruz y al Salón Colonia en la colonia Obrera del Distrito Federal.
A partir de estas experiencias empiezo a aprender sus ritmos, su forma, sus contornos melódicos a base de escuchar las viejas grabaciones de Acerina y su Danzonera, y dentro de mi fascinación capto que la aparente ligereza del danzón es sólo una carta de presentación para una música llena de sensualidad y rigor cualitativo que nuestros viejos mexicanos siguen viviendo con nostalgia y júbilo como escape hacia su mundo emocional, el cual afortunadamente aún podemos ver en el abrazo que se dan música y baile en Veracruz y en los salones de la ciudad de México.
Danzón No. 2 es un tributo a ese medio que lo nutre. Trata de acercarse lo más posible a la danza, a sus melodías nostálgicas, a sus ritmos montunos, y aun cuando profana su intimidad, su forma y su lenguaje armónico, es una manera personal de expresar mi respeto y emotividad hacia la verdadera música popular. El Danzón No. 2 fue compuesto gracias a un encargo de la Dirección de Actividades Musicales de la UNAM y está dedicado a mi hija Lily».
Debido a su carácter rítmico y su asociación con el danzón, las audiencias asociaron paulatinamente la pieza a un ánimo festivo que predomina en las diversas interpretaciones de esta obra alrededor del mundo.
Disfruten varias versiones:
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