A pesar de su corta vida y su aparente malograda carrera, Mozart se encuentra entre los grandes genios de la música. Su inmensa producción (más de 600 obras), muestra a una persona que, ya desde niño, dominaba la técnica de la composición a la vez que poseía una imaginación desbordante. Sus obras instrumentales incluyen sinfonías, divertimentos, sonatas, música de cámara para distintas combinaciones de instrumentos, y conciertos; sus obras vocales son, básicamente, óperas y música sacra. Sus manuscritos muestran cómo, salvo cuando hacía borradores de pasajes especialmente difíciles, primero pensaba la obra entera y luego la escribía. Su música combina las dulces melodías del estilo italiano, y la forma y el contrapunto de Alemania. Mozart, sobre todo en sus conciertos, con los dramáticos contrastes entre el instrumento solista y la orquesta, y en las óperas, con las reacciones de sus personajes ante diferentes situaciones, hace una producción lírica que pone de manifiesto nueva unidad entre la parte vocal y la instrumental, con una delicada caracterización y el uso del estilo sinfónico propio de los grandes grupos instrumentales.
Por otra parte, Alban Berg (9 de febrero de 1885 – † 24 de diciembre de 1935) es un compositor austriaco cuya música es clave en la música culta del siglo XX. Su música tiene una sonoridad que siempre evoca la tonalidad, llevándonos siempre al romanticismo con una inclinación marcadamente dramática. Cuando era pequeño, Berg tenía más interés por la literatura que la música y comenzó a componer lieder y dúos desde los quince años, con la educación musical tradicional que tuvo. Después fue alumno de Arnold Schönberg y perteneció a la Segunda Escuela de Viena. En 1910 terminó sus estudios con Schönberg. Su obra de "graduación" fue la Sonata para piano catalogada como Op. 1; y según comentarios, es una de las obras más formidables jamás escritas por un compositor. Siguió componiendo y trabajando en el último descubrimiento de su maestro, la técnica dodecafónica, que utilizó de forma libre. Escribió algunos artículos sobre música. Falleció en la nochebuena de 1935, de una septicemia causada, al parecer, por una picadura de abeja, dejando su ópera "Lulu" inconclusa, le faltaba la orquestación del acto III. La obra sería orquestada después por el compositor austríaco Friedrich Cerha hasta 1979 en París, y estrenada nada más y nada menos que bajo la dirección de Pierre Boulez.
La elegancia y equilibrio, la expresividad, la cuidadosa y transparente dimensión sonora de la grabación que les invito a escuchar es simplemente extraordinaria. En este disco encontramos una interpretación que no está hecha con instrumentos de época, y que es dirigda magistralmente por Pierre Boulez. El conjunto que dirige es el Ensemble InterContemporain.
Hay en esta grabación algo que resulta sorprendente para quienes piensan que Boulez es un director frío o poco expresivo, esta versión está llena de emoción y de una poderosa fuerza humana que pocas veces he escuchado en otras interpretaciones. Vale la pena escuchar a Mitsuko Uchida al piano y a Christian Tetzlaff en el violín.
¡Es un disco que vale la pena escuchar!
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