Me parece que de una manera clara y sencilla, este libro responde, de manera muy directa y sin ambages a estas interrogantes. El prior del monasterio benedictino de Ligugé (Francia), el padre Jean-Pierre Longeat con amenidad, nos va describiendo el desarrollo de la vida de los monjes, poniendo de relieve el sentido esencial del monacato: una vida consagrada a la búsqueda de Dios. Jean-Pierre Longeat siendo estudiante, pasó allí varios días de retiro durante sus vacaciones y, pocos años más tarde, volvió para quedarse.
Ante la acelerada y vertiginosa pérdida del valor del silencio, de la humildad, de la obediencia y de la oración, así como de la vida en comunidad en el mundo moderno, un monasterio —sea masculino o femenino— es un gran faro de esperanza. Los monjes y las monjas de clausura no solamente santifican sus vidas en el amor a Dios; también sostienen la marcha de la humanidad, rezando por todos. Una vida fascinante, despreciada por la gran prensa, pero cada día más necesaria para recuperar el sentido de la vida.
Veinticuatro horas de la vida de un monje nos ofrece una verdadera visita guiada al interior de un monasterio, mostrándonos el desarrollo de las comidas, los trabajos manuales, los cantos, las relaciones con los demás, las pasiones y las tentaciones, y poniendo de relieve los elementos característicos de la vocación a la vida religiosa.
A lo largo del libro, este hombre de Dios, nos va mostrando el arte de vivir en la contemplación y la serenidad, tal y como está expuesto en las reglas que gobiernan tanto la jornada como la existencia entera de los monjes; una sabiduría que deja en el lector profundas huellas de misticismo y humanidad.
Prior Jean-Pierre Longeat
"Veinticuatro horas de la vida de un monje"
Editorial Kairós
Barcelona 2008
139 páginas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario