El compositor estonio Arvo Pärt es una de las figuras más importantes de la música europea del último medio siglo. Pärt nació el 11 de septiembre de 1935 en Paide. Se le identifica con la música minimalista y más específicamente con el «minimalismo sacro». Es considerado un pionero en ese estilo, como sus contemporáneos Henryk Górecki y John Tavener. Arvo Pärt es más conocido por las obras de su segundo período compositivo, que son trabajos corales.
Su música la he escuchado hasta hace poco, así que puedo decir que es nuevo para mí. Leyendo, he visto que su música no ha estado excenta de polémicas, incluso entre algunos músicos contemporaneos, ya que hay muchos que consideran que su música es superficial, quizá por algunas de sus composiciones que por su extrema sencillez parecen casi ejercicios, y porque algunas de sus composiciones pueden resultar desesperantes por este muy particular minimalismo que no es del agrado de mucha gente. Pärt ha dicho que su música es similar a la luz que pasa a través de un prisma (óptico): la música puede tener un significado ligeramente diferente en cada oyente, creando un espectro de experiencias musicales, similar al arco iris.A mí me gusta.
La música de este compositor ha atraído a la atención pública en varias partes de occidente, particularmente gracias a Manfred Eicher, (músico y productor musical reconocido mundialmente por ser el fundador del sello musical ECM y sus distintas ramificaciones), quien a partir de 1984 grabó varias de sus composiciones para su firma, además de influir en la nueva generación de compositores estonios como Erkki-Sven Tüür y Lepo Sumera. Su música se ha usado en más de cincuenta películas, como Väike motoroller (1962) y Promised Land (‘Tierra prometida, 2004). El Cantus in Memory of Benjamin Britten fue usado en Les Amants du Pont-Neuf (de Léos Carax, 1991), en Fahrenheit 9/11 cuando mostraba el final de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en la película Japón del cineasta mexicano Carlos Reygadas. Spiegel im Spiegel fue usado en Wit (de Mike Nichols, 2001), en "Swept Away" de Guy Ritchie protagonizada por Madonna (2002), en el drama Gerry (de Gus van Sant, 2003), Soldados de Salamina (de Fernando Trueba, 2002) y en Elegy (de Isabel Coixet, 2008).
Siendo minimalista, Arvo está completamente fuera de la corriente dominante de nuestros tiempos y sin embargo es enormemente popular, lo cual es muy inspirador. Su música llena una profunda necesidad humana que busca la cordura, la serenidad, el equilibrio y el silencio.
Sin embargo, creo que las obras que aparecen en este disco difícilmente podrían catalogarse como sencillas o rudimentarias; el minimalismo musical no es eso. Desde el célebre Perpetuum Mobile de 1963, dedicado a Luigi Nono, nos hallamos ante un grupo de obras sinfónicas de gran expresividad y economía de medios, característica de la música de Pärt, al mismo tiempo que establece un discurso de citas y ecos, y que parecen tener muy poco que ver con el Pärt que la mayoría conoce. Las tres sinfonías y el concierto para violonchelo (comisionado por Mstislav Rostropovich) demuestran la capacidad del compositor para crear atmósferas y discursos musicales de enorme complejidad y de una simpleza expresiva en verdad apabullantes. Un disco que vale muchísimo la pena escuchar y disfrutar, estoy seguro.
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