domingo, 11 de noviembre de 2012

AARON COPLAND... Un gran compositor de los Estados Unidos

Cuando se piensa en música clásica, vienen a la mente los grandes compositores europeos de todos los tiempos. Pero el nuevo mundo ha visto nacer también grandes exponentes en este género como lso mexicanos Silvestre Revueltas, Carlos Chávez, José Pablo Moncayo o Arturo Márquez, el brasileño Heitor Villalobos y el Estadounidense de origen Ruso - Judío, Aaron Copland. ¡Es su música la que quiero invitar a escuchar esta semana!

Aaron Copland (Brooklyn, Nueva York, 14 de noviembre de 1900 - Peekskill, Nueva York, 2 de diciembre de 1990) fue un compositor de música clásica y de música para cine de origen ruso-judío. Su obra  siguió la linea del impresionismo, en especial las pautas trazadas por Igor Stravinsky. Destacó junto a George Gershwin como uno de los compositores más importantes de la identidad musical de Estados Unidos

Copland pasó su niñez en la tienda que tenían sus padres en Brooklyn. Estudió en colegios públicos de allí mismo y se graduó en la Boy's High School en 1918. En otoño de 1917 inició sus estudios de armonía y contrapunto con Rubin Goldmark, quien sugirió que estudiiara piano primero con Victor Wittgenstein y a partir de 1919 con el afamado pedagogo Clarence Adler. Después de graduarse, Aaron decidió no proseguir sus estudios generales y se ganó la vida como pianista, gracias a lo bien que había aprendido a tocar. En junio de 1921 se trasladó a Francia para estudiar en el recién establecido American Conservatory de Fountainebleau, cerca de París. Entre el otoño de ese año y 1924 estudió con Nadia Boulanger. Por esas fechas consiguió vender su primera partitura, el Scherzo Humoristique para piano, subtitulado "El gato y el ratón". En 1924 regresó a Estados Unidos y al año siguiente fue el primer compositor que recibió la beca Guggenheim, que renovó en 1926. El 11 de enero de 1925 se estrenó su Sinfonía para Organo y Orquesta que la propia Nadia Boulanger interpretó acompañada por la Orquesta Filarmónica de Nueva York bajo la dirección de Walter Damrosch. Como director de orquesta, podemos decir que Copland siempre se prodigó en la interpretación de su propia música.

Pronto comenzó a desarrollar su propio estilo. Tras experimentar con ritmos de jazz en obras como Music for the Theatre (1925) y el concierto para piano (1927), Copland se basó en un estilo más austero y disonante. Obras de concierto como las variaciones para piano (1930) y Statements (1933-1935) constan de ritmos nerviosos e irregulares, melodías esquinadas y armonías en extremo disonantes. A estos años corresponden también el trío Vitebst (1929) y la Oda sinfónica (1930). A mediados de los años treinta retomó un estilo más sencillo, melódico y lírico, con frecuencia basado en elementos de la música folclórica de su país. Varias obras pertenecientes a este periodo narran distintos temas estadounidenses; en Lincoln Portrait (1942, Retrato de Lincoln), para orquesta y narrador, y en los ballets Billy the Kid (1942), Rodeo (1942) y Appalachian Spring (ganadora de un Premio Pulitzer en 1945), utiliza melodías del folclore, estilos y ritmos que captan la esencia de los primeros habitantes de su país. También adaptó música popular mexicana para Salón México (1937). Otras obras orquestales son la Sinfonía para órgano y orquesta (1925), una Oda sinfónica (1932) y la Sinfonía nº. 3 (1946), que incorpora el Fanfare for the Common Man (1942). También pertenece a este periodo la ópera para estudiantes The Second Hurricane (1937).

Su música para cine incluye las bandas sonoras de La fuerza bruta (1939, de Lewis Milestone), Sinfonía de la vida (1947, de Sam Wood) y La heredera (1949, de William Wyler) que ganó un Oscar a la mejor banda sonora). Durante los años cincuenta volvió a su austeridad original. En la compleja y virtuosística Fantasía para piano (1957) y en obras orquestales como Connotations (1962, encargada para la inauguración del Lincoln Center de Nueva York) e Inscape (1967), utilizó el método dodecafónico de composición. Proclamation (1982), obra para piano orquestada por Phillip Ramey, se estrenó en 1985 en un concierto conmemorativo del 85 cumpleaños del compositor. Fue profesor del Berkshire Music Center entre 1940 y 1965 y luchó por promover la música de compositores contemporáneos. Escribió What to Listen for in Music (1939), Our New Music (1941; que reeditó con el título The New Music, 1968), Music and Imagination (1952) y Copland on Music (1960).

Dejo algunas piezas de Copland, en primer lugar una de sus piezas más famosas es la "Fanfarria para el hombre común" (en inglés Fanfare for the Common Man), considerada una de las piezas musicales angloamericanas más conocidas del siglo XX, Aaron Copland  la escribió en 1942 por encargo del director de orquesta Eugene Goossens, para una programación de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Cincinnati alusivos a la Segunda Guerra Mundial.

"Fanfarria para el hombre común":


 Appalachian Spring (ganadora de un Premio Pulitzer en 1945):


Copland dirigiendo la orquesta intepretando su "Concierto para Clarinete":



"Hoe Down" del ballet Rodeo:


"At the River", una hermosa canción:

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