«Colmillo Blanco», la estupenda novela de aventuras de Jack London, es un libro que casi la mayoría de nosotros hemos leído desde niños, y que, ahora que es temporada de frío, y un frío que ha arreciado en varias partes de México, está a tono para volverse a leer.
Sin lugar a dudas es una de las obras más celebradas de este escritor que con mucha facilidad y sencillez nos adentra en la historia, conciencia y sentimientos de un perro-lobo llamado «Colmillo Blanco» y que al final de la obra cambiará su nombre por el de lobo Bendito.
Esta novela de aventuras apareció publicada por primera vez en 1906 y, con los años, se ha transformado en un verdadero clásico de la literatura, infaltable en las bibliotecas juveniles y en los textos de lectura domiciliaria de las escuelas.
Colmillo Blanco es un perro-lobo muy inteligente, un poco salvaje y otro poco domesticado, que nace de la relación entre una perra con aspecto de loba y un lobo en las heladas tierras de Alaska. Nacido en una cueva, sus primeras experiencias de conocimiento del mundo lo enfrentan a feroces luchas con aves rapaces de las que logra salir victorioso, con alguna ayuda de su madre, y que van forjando su carácter valeroso e indomable.
Me parece una novela plena de sentimientos y no exenta de acción, que va mostrando a cada paso cómo la influencia humana va dejando marcadas huellas en el comportamiento de los animales y cómo éstos llegan a valorar y entregar toda su fidelidad a quienes verdaderamente los ayudan y protegen.
¡Vale la pena volver a revivir las aventuras de Colmillo Blanco!
Jack London,
"Colmillo Blanco",
Ed. Anaya
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