domingo, 22 de diciembre de 2013

«La expedición de la Kon-tiki»... Una aventura en el mar

Nacido en Larvik, Noruega, en 1914, Thor Heyerdahl, desde muy pequeño se interesó por la zoología, la bacteriología y la química. Tras una sólida formación humanística, profundizó en los estudios de etnología histórica. Su expedición a la isla de Pascua en la balsa “Kon-Tiki” tuvo por objeto corroborar sus teorías, esta semana recomiendo leer las anécdotas de aquel viaje.

Habiendo descubierto que los predecesores de los incas y los antiguos habitantes de ciertas regiones de la Polinesia adoraban a un mismo dios del sol, llamado «Kon-Tiki», el autor del presente libro dedujo que los primeros pobladores de las islas del Pacífico fueron americanos de los tiempos preincaicos. Pero otros investigadores objetaron que en aquella remota época, los aborígenes peruanos solo poseían balsas, con las que era imposible cruzar el Pacífico. Para demostrar la exactitud de su hipótesis, Thor Heyerdahl hizo construir una balsa, fiel imitación de los modelos antiguos, y, en compañía de cinco camaradas, intentó la experiencia y la llevó a feliz término en 1947.

En la expedición, él y un pequeño grupo fueron hasta América del Sur en donde utilizaron árboles y otros materiales autóctonos para construir una balsa, la cual se chocó contra un arrecife en Raroia, archipiélago Tuamotu el 7 de agosto de 1947 después de 101 días de viaje por el océano Pacífico, probando cómo los pobladores prehistóricos podrían haber viajado. La única tecnología moderna que poseían eran equipos de comunicaciones y las cuerdas con que amarraron los troncos. En una de las islas de su destino les dijeron que ellos las habrían amarrado con fibra de coco, pues aguantaba más. Para alimentarse, se proveían de lo que el océano les brindaba. El viaje tuvo con un recorrido de casi 7.000 kilómetros en una barquita que era un réplica –lo más exacto posible– de las naves precolombinas.

El documental de la expedición, Kon-Tiki (producido por Olle Nordemar), ganó un premio de la Academia en el año 1951 y la historia, llevada a la gran pantalla recientemente como película, fue nominada al premio Oscar de mejor película de habla no inglesa.

Lo leí por primera vez cuando era adolescente y lo he vuelto a saborear otras veces. Es un libro ameno, entretenido, profundo y con una historia que es verdadera. Todavía lo recuerdo y sigue vivo en mi cabeza tras muchos de años.

Al irse adentrando en la lectura acompañando a estos aventureros en esta odisea moderna, uno siente el mar, el silbido del viento, la fuerza de las olas y la emoción de vivir la aventura, pues los riesgos que corrieron estos viajeros noruegos fueron enormes y los describen. 

Les dejo, para estos días de descanso para muchos, una lectura totalmente recomendable y para todas las edades. A cada página temes que la balsa acabe por irse a pique, que alguien cometa un error y sea devorado por los tiburones, que una ráfaga de viento parta en dos el mástil... Aventura, ciencia, lnaturaleza, antropología, y un puñado de hombres en medio del mar, eso es «la expedición de la Kon-tiki».



Thor Heyerdahl,
"La expedición de la Kon-Tiki",
Ed. Juventud,
320 páginas

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