Hace unos días terminé de leer un libro antiguo (1971) de una escritora llamada Florence Wedge, una mujer que tiene más de 14 títulos publicados relacionados con el tema. No se ni he encontrado nada de ella, pero el libro, es una joya; un librito lleno de consejos prácticos que en aquellos años parecería, seguramente, un poco "exagerado" o adelantado a la época.
La autora hace ver que una de las causas, si no es que la única, de las desgracias de este mundo es la cantidad de preocupaciones que vamos cargando día a día. Dice que las preocupaciones pueden catalogarse en dos géneros únicos: las que nos ayudan y las que nos dañan, y a la vez expresa que ambas se nos pueden escapar de la mano y que hay que mantenernos en guardia contra ambas.
He tratado de encontrar algo sobre la autora y también he buscado el libro en PDF y no doy con él. El ejemplar que hay en la biblioteca de casa es este que aparece en la fotografía. Lo comparto a sabiendas de que será dificilísimo encontrarlo pero tal vez alguno de mis diez seguidores se anime a escanearlo, ya que, como dice la autora del libro: "Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos usando la inteligencia que de Él han recibido.
A raíz de varios acontecimientos fuertes que me ha tocado vivir en los últimos tiempos, y con ayuda de libros como este, me doy cuenta con más y más claridad, que nunca es tarde para mejorar y perfeccionarse para servir más y mejor. Así como no hay pecadores incurables, tampoco hay nadie que no pueda herir de muerte y extirpar para siempre ese mal hábito de las preocupaciones inútiles.
Florence Wedge,
"Dios y tus preocupaciones",
Ed. Studium,
Madrid 1971,
55 páginas.
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