Vincenzo Bellini fue un niño prodigio hijo del organista Rosario Bellini, cuya leyenda cuenta que a los dieciocho meses era capaz de cantar un aria de Valentino Fioravanti, que comenzó a estudiar teoría musical a los dos años de edad, piano a los tres y que a los cinco era capaz de tocarlo con soltura. Su primera composición data de cuando tenía seis años.
Compuso música sacra (motetes, misas, etc.), de cámara, un famoso concierto para oboe y sinfónica, pero es la ópera el género musical que le dio fama. Compuso para virtuosos del bel canto, expresión lírica que exige una gran precisión y agilidad vocal.
Su obra más difundida es la ópera «NORMA», en la que destaca la muy célebre aria Casta Diva (que ya he compartido con Sumi Jo), donde se conjuntan la gravedad clásica con un apasionamiento muy romántico en la expresión, siendo éste uno de los grandes roles para soprano dentro del repertorio.
Es precisamente «NORMA» la composición musical que quiero compartir este Domingo con ustedes. Se trata de una tragedia lírica en dos actos con un libreto en italiano de Felice Romani (basado en la tragedia Norma, ossia L'infanticidio de Alexandre Soumet).
Estrenada en La Scala de Milán el 26 de diciembre de 1831, es la ópera más característica de Bellini y la que mayor éxito ha tenido siempre. El personaje de Norma se considera como uno de los más difíciles del repertorio para soprano, creado para Giuditta Pasta, para quien también Bellini creó el rol de Amina en La sonnambula.
«NORMA» se encuentra en la confluencia de la tradición de la antigua ópera seria italiana y la evolución de la reforma de Gluck y se la considera el mejor ejemplo del estilo belcantista. Bellini trabajó bajo el influjo de Cherubini y Spontini, y, sobre todo de Rossini. La obra cuenta, desde el punto de vista musical, con una cuidada instrumentación y riqueza melódica que no es de extrañar, ya que con ella el compositor pretendía acallar las críticas crecientes sobre su excesivamente simple instrumentación musical.
Norma es una sacerdotisa de los druidas. Pese a sus votos litúrgicos de castidad, mantiene un idilio secreto con el gobernador romano Polión, al que ha dado dos hijos. Este romance hace que Norma trate por todos los medios en acallar la rebelión contra Roma, esperando que se establezca la paz entre los dos pueblos y así no perder a su amado. Sin embargo Polión se enamorará de Adalgisa, otra de las sacerdotisas druidas, circunstancia que provoca por el desengaño de Norma que ésta convenza a los druidas de que ataquen a Roma. Tras el ataque Polión ha de ser sacrificado a los dioses en honor a la victoria, no obstante él no quiere abandonar su nuevo amor. Esta lealtad hace que Norma se auto incumple de traición recapacitando sobre sus actos. El amor de Polión vuelve a renacer y ambos suben juntos a la hoguera.
Anna Netrebko canta "Casta Diva":
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