Como los ángeles barrocos, caídos del cielo, así llegó a Bogotá en 1584 Gutierre Fernández Hidalgo, un hombre nacido en España que sin duda es el primer gran compositor del periodo colonial y el más importante compositor de América del Sur en el siglo XVI.
La fecha del nacimiento de Gutierre Fernández Hidalgo se sitúa hacia el año 1556 y la de su muerte hacia 1620. En Mayo de 1584, año de su llegada a América fue nombrado por el Arzobispo Luis Zapata, maestro de canturrias en el nuevo Seminario Conciliar de San Luis, donde, al año siguiente alcanzó el cargo de Rector.
Se sabe que muchas de sus obras las compuso mientras fue Maestro de Capilla de la Catedral de Bogotá. Por decreto del Arzobispo Zapata, Fernández Hidalgo debió disponer diariamente de 4 a 6 seminaristas que cantaran los oficios en la Catedral, tarea que resultó tan pesada que los seminaristas declararon una huelga, el 20 de enero de 1586, dieciséis de los dieciocho que había en el seminario lo abandonaron súbitamente. Esta huelga estudiantil, semilla de muchas otras, produjo un resultado inmediato: el que, sin seminaristas, sobra el rector. Por esta razón, Fernández Hidalgo se vio obligado a renunciar a su cargo, y algunos meses más tarde abandonó la ciudad para dirigirse a Perú.
Sus últimos días los pasó en Europa, en la ciudad de La Plata, allí encontró el lugar adecuado para desempeñarse como maestro de capilla de la Catedral y pretendió hacer publicar sus obras allá en Europa, como se desprende de un manuscrito del Archivo Nacional de Sucre. Seguramente estas composiciones nunca llegaron a destino, extraviándose la labor de tres décadas de uno de los más ilustres músicos del siglo XVI. Finalmente algo de su obra musical, reposa en Santafé de Bogotá y es uno de los tesoros del Archivo Musical de la Catedral.
Estas son algunas de sus obras:
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