Hace poco terminé una tanda más de Ejercicios Espirituales con el tema de la Misericordia, respondiendo a la tarea que el Papa Francisco me ha encomendado como «MISIONERO DE LA MISERICORDIA». La Pasión de Cristo ocupa siempre un buen espacio en las reflexiones de mis charlas de Ejercicios y me ha dado mucho espacio para reflexionar. Hablando musicalmente, este tema de la pasión ha estimulado variadas obras musicales de los más insignes compositores de la historia, y si bien hay maravillosas piezas monumentales como «La Pasión según San Mateo de J.S. Bach» —para mí la mejor obra musical de todos los tiempos antes del lugar que en mi gusto musical ocupan las obras de Malher— son referencia obligada de este subgénero, existe una gran cantidad de joyas musicales que abordan con enorme calidad el tema. Reflexionando en la pasión me he puesto a escuchar algunas otras composiciones y ahora les invito a escuchar es una de ellas: La «MISSA DOLOROSA» de Antonio Caldara.
Antonio Caldara (c. 1670-1736), el semi-olvidado compositor italiano tiene esta estupenda «MISSA DOLOROSA». Caldara fue cantor en el coro de la Basílica de San Marcos. Tras pasar por Mantua trabajó también en Barcelona y luego en Roma, donde fue maestro de capilla. Finalmente, consiguió un puesto similar en Viena, en 1716, y allí permaneció hasta su muerte. Caldara destaca precisamente por la composición de sus obras religiosas, oratorios y cantatas, pero también compuso una gran cantidad de óperas, muchas de las cuales tenían libretos del mismísimo Metastasio.
Este Domingo he elegido para ustedes, del maestro Caldara, su «MISSA DOLOROSA», que fue realizada en 1732. La compuso tras la institución por parte del Papa Benedicto XIII de la fiesta de los Siete Dolores de la Virgen, que debía celebrarse el viernes anterior al Domingo de Ramos, que es el que tradicionalmente se ha llamado «Viernes de dolores» y que litúrgicamente ya no se celebra así. Para esto, Caldara completó una pieza que tenía a medias y había titulado "Misa a 4 voci concertata" y le añadió el título de «Dolorosa».
La obra tiene todo el estilo de Caldara, con un rico contrapunto y una brillante escritura coral así como con instrumentos obligados de por sí. Destacan los —muy especialmente elaborados— movimientos de "Qui tollis" y del "Et incarnatus", llenos de religiosidad y de unción.
¡Disfruten de esta bellísima música!
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