miércoles, 24 de agosto de 2016

Cápsula Bíblica 2012

El pueblo de Dios entendía la Palabra transmitida oralmente: era palabra de Dios que se tenía que obedecer aunque no estaba escrita. El profeta Natán amonestó al rey David. Su palabra tenía autoridad aunque Natán jamás escribió ni una sola palabra (2 Sam 12). (No tenemos un "libro" del profeta Natán). Igual, Semaías jamás escribió una sola palabra, sin embargo su palabra era de Dios: vino el profeta Semaías a Raboam y a los príncipes de Judá , que estaban reunidos en Jerusalén... Así ha dicho el Señor Yahvé: Ustedes me han dejado... (2 Cr 12, 5). Así, no solamente lo escrito es lo que cuenta, sino también la Tradición de la Iglesia que ha pasado de generación en generación con enseñanzas que el mismo Dios va dejando en su pueblo.

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