domingo, 7 de agosto de 2016

«Sonata No. 23 "Appassionata" para piano de Ludwig van Beethoven» Daniel Barenboim y el gusto por la música...

La sonata para piano n.º 23 en fa menor Opus 57 de Ludwig van Beethoven, es conocida como Appassionata (apasionada) y considerada una de las tres grandes sonatas de su período medio (las otras son la Sonata "Waldstein" Op. 53 y la Sonata Les adieux Op. 81a). Esta obra fue considerada por el mismo Beethoven como su mejor sonata para piano y la describió como una exhibición brillantemente ejecutada de la emoción y de la música. Quizá sea la más popular de todas las sonatas, por lo menos, sólo Claro de Luna, la iguala en fama. De cualquier modo, su gran importancia pianística y su vigor patético la colocan en el punto culminante del segundo estilo, entre las obras de piano beethovenianas.

La obra fue compuesta en Döbling, un pueblo cerca a Viena entre los años de 1803 a 1806 y fue publicada en el año de 1807. Está dedicada al conde Franz von Brunswick. El apodo de "Apassionata" es debido al editor, el hamburgués Cranz y no tardó en popularizarse, aunque Beethoven se indignó con ese nombre, pues él creía que todas sus obras estaban escritas para tocarse apasionadamente y no sólo ésta. El editor de la obra le añadió el nombre en 1838 debido al arreglo a cuatro manos. Esta sonata n.º 23 "Appassionata", es, por así decir, el poema de una intensa tempestad del espíritu, como otras muchas creaciones salidas de la mente y el corazón de Beethoven, un combate gigantesco en el que entra la fatalidad y la voluntad de vencer, que lanza al final relámpagos de victoria.

La sonata consta de tres movimientos: Allegro Assai, Andante con moto-attacca y Allegro, ma non troppo-presto. Los tres de una belleza extraordinaria.

He querido compartir esta obra en manos de Daniel Barenboim (Buenos Aires Argentina, 15 de noviembre de 1942), destacadísimo pianista y director de orquesta argentino nacionalizado español, israelí y palestino quien debutara en Buenos Aires a los siete años con un éxito tal que fue invitado por el Mozarteum de Salzburgo a continuar sus estudios en esta ciudad, en cuyo famoso festival triunfó tres años después. Posteriormente estudió con Nadia Boulanger, Ígor Markevitch y en la Academia de Santa Cecilia de Roma. Barenboim es una de las figuras más significativas del panorama musical de nuestro tiempo.

Antes de escuchar la sonata, les invito a ver un vídeo en el que, en conversación con el periodista Jesús Ruiz Mantilla, el maestro Barenboim reflexiona sobre su vida y sobre la verdadera naturaleza y profundidad de la música. 


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