Muchos líderes, políticos, intelectuales y expertos en torno al futuro del mundo coinciden en que México tiene todo para competir como uno de los grandes jugadores del siglo XXI. Para que esto sea una realidad, se requiere un compromiso de todos los protagonistas de nuestro país. Este compromiso consiste en que cada uno pague su «Hipoteca Social» y de esta manera ayude a sanar las partes del rostro de México que han sido lastimadas por causa de la corrupción, la violencia, la pobreza, la desigualdad social y la ausencia del Estado de derecho.
Este es el tema que trata el libro «Hipoteca Social» de David Noel Ramirez Padilla, actual rector del Tecnológico de Monterrey, un hombre lleno de la sabiduría del mundo pero, más que eso, lleno de la sabiduría de Dios.
El concepto de la «Hipoteca Social», término que acuñó san Juan Pablo II en la Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla en el año de 1979, es el compromiso que tenemos todos los seres humanos con el Ser Supremo: ninguno de nosotros pagó por el don de la vida, el de la inteligencia, el de crear o el de innovar.
"Urge ver un rostro de México robusto y fuerte, un rostro de México del que nos sintamos orgullosos, donde impere el estado de derecho y la ética sea la cultura de todos los ciudadanos. Hay un México que millones de mexicanos estamos deseando, y fue la razón de escribir este libro, porque es la única manera que podemos realmente heredar a las nuevas generaciones un México en el que sienten ellos orgullosos de vivir". Esto afirmó David Noel al presentar su libro que he devorado en unos cuantos días en casa de mis queridísimos amigos —y más que eso, hermanos— Arcadio y Silvia en Guadalajara, mientras estoy de visita unos días como Misionero de la Misericordia en estos días para ver a nuestras hermanas enfermas y ancianas de la «Casa del Tesoro», en donde ellas también están pagando su «Hipoteca Social» orando por el México que todos queremos vivir, ya que la idea de pagar la hipoteca social, es que cada persona utilice sus dones y carismas al servicio de los demás para construir un México mejor. Por supuesto, los conceptos que Ramírez Padilla maneja en el libro, son aplicables en otras partes de nuestro globalizado planeta.
“Saber para servir” es el lema de este excelente libro, que, como sacerdote y como mexicano, puedo afirmar que es de lectura imprescindible por su carácter realista, propositivo y esperanzado. Realista, porque ofrece un espléndido diagnóstico de la situación presente, valiéndose de datos constatados y claramente expuestos, que muestran al lector un mundo dolorosamente injusto tanto en México como en el contexto global. Propositivo, porque no se contenta con lamentar la injusticia, sino que tiene el coraje de presentar propuestas muy concretas y viables que los distintos grupos sociales pueden y deben asumir para lograr el bien común. Esperanzado, porque el autor confía en los ciudadanos y recurre a todos y a cada uno de ellos para acabar con la corrupción, las muertes y los engaños que destrozan la vida de mujeres y varones. Como se decía en algún tiempo, “el siglo XXI será de los ciudadanos o no será”. Familias, instituciones educativas, adultos, jóvenes, políticos, empresarios, iglesias y medios de comunicación son los encargados de llevar adelante esas acciones concretas que el autor expone con todo detalle y que harán posible un mundo más humano.
Además, por si fuera poco, en librerías tiene un precio muy accesible, así que no hay excusa para dejar de echarle una ojeada y ponerse a pagar la «Hipoteca Social».
David Noel Ramírez Padilla,
"Hipoteca Social"
Editorial McGraw Hill.
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