domingo, 29 de enero de 2017

Cápsula Bíblica 2171

Después del reinado de Salomón, en el Antiguo Testamento, la tierra heredada se dividió en dos reinos rivales. Los profetas estigmatizaron la idolatría y las injusticias sociales; anuncianron el castigo: pérdida de la tierra, que será conquistada por extranjeros, y exilio de su población. Pero siempre abrieron la puerta a un retorno, a una nueva ocupación de la Tierra prometida, no sin acentuar el papel central de Jerusalén y de su Templo. Más tarde, la perspectiva se abriría a un futuro escatológico. Sin dejar de ser un espacio geográfico delimitado, la Tierra prometida se vuelve un polo de atracción para las naciones. 

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