
Su obra concertística, de carácter eminentemente sinfónico, pretende continuar la tradición nacionalista española con los adelantos vanguardistas del momento. García Abril se precia por tener una de las producciones más prolíficas y variadas de entre todos los compositores españoles contemporáneos. Para él la mejor manera de ser universal y llegar artísticamente al mundo entero, como hicieran los compositores que más le influyeran, principalmente Béla Bartók, Maurice Ravel, Claude Debussy y Sergéi Rachmaninoff, consiste en ser originalmente local, auténticamente español.
Hoy quiero compartir con ustedes su «CONCIERTO DE LAS TIERRAS ALTAS», una obra compuesta para violonchelo y orquesta, por encargo del Otoño Soriano. García Abril, en el año 2000 entregó esta extensa, bien trabajada y sentida composición, tan fiel al poeta evocado como al mismo estilo del músico que objetiva sus versos en sonidos. Tres motivos poéticos funcionan cual secretos personajes del «CONCIERTO DE LAS TIERRAS ALTAS»: la contemplación del paisaje amado, la «curva de ballesta que traza el río Duero» en torno a Soria y la nostalgia del joven amor perdido, Leonor. A partir de ahí, de estas emociones hondamente sentidas, García Abril desenvuelve su melodismo, hace cantar al violonchelo con apasionada mesura y sume a la orquesta toda en una doble escucha de sus ideales y de la voz solista, para ensalzarlos. Ciertamente la voz no es humana, pero lo parece cuando el violonchelo suena y se rodea de equilibrio instrumental en un proceso armonioso, lírico, vivo y popular.
Disfruten este concierto:
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