jueves, 6 de febrero de 2020

Cápsula Bíblica 3257

Dios creó al hombre y a la mujer como una unidad y los puso en el paraíso entablando una relación de amor entre los tres. Y Dios regaló al hombre la libertad de elegir a través de un precepto: puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás, porque el día en que comas de él, tendrás que morir (Gn 2,16b-17). A partir de este momento el hombre es libre, y puede decidir si quiere hacer la voluntad de Dios o si quiere desobedecerlo.

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