domingo, 22 de julio de 2012

Cápsula Bíblica 524

La lectura de la Biblia tiene entre sus objetivos —y podemos decir que es el más importante de ellos—, alimentar la vida del espíritu, o sea de sostenernos en el esfuerzo hacia la santidad sintiéndonos acompañados por Dios que nos habla. Para hacer esta lectura no basta leer de corrido como si se tratara de cualquier otro libro, lo cual pudiera hacerse por simple curiosidad, sino que es preciso estar animados por el espíritu de oración y por la intención de hallar en las letras la voz de Dios que nos llama a una vida de metas más altas de santidad.

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