domingo, 29 de julio de 2012

LA MUJER ROTA... Novela de Simone de Beauvoir que deja mucho para pensar

El libro que ahora recomiendo, contiene tres narraciones independientes entre si que comparten mas de una cosa: la protagonista de las tres historias es siempre una mujer y la atmósfera de las tres historias —el telón de fondo de cada pagina— es la desolación, la angustia, los cuestionamientos, los auto reproches, la sensación abrumadora de que la vida paso rápido y paso por al lado.

Tres narraciones escritas magistralmente, con delicadeza y a la vez con furia por una extraordinaria filósofa: Simone de Beauvoir (París, 9 de enero de 1908 - 14 de abril de 1986), que fue, además de filósofa, una destacada novelista. Escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos. Su pensamiento se enmarca dentro del existencialismo y obras como "El segundo sexo" son elementos fundacionales del feminismo. Ella compartió su vida y su pasión por la filosofía con el también filósofo Jean Paul Sartre.

La literatura de Beauvoir está marcada por la línea filosófica existencialista. Sus narraciones se caracterizan por ser profundamente reflexivas, analíticas, indagan en el ser, en especial mujeres. Su prosa gira sobre las problemáticas del mundo interior. Esta obra de "La mujer rota", tiene tres narraciones que se pueden leer y analizar por separado: "La Edad de la discreción", "El Monologo" y "La Mujer Rota" y que ayudan a comprender el sentido del sufrimiento desde la vida ordinaria de tres mujeres con su problemática muy particular.

En "La Edad de la discreción", una mujer un día descubre que ya no es la misma, que su marido no es el mismo, que su matrimonio ya no es el mismo; que ya no hay nada por conocer, por descubrir, que ya no existe la posibilidad de asombrase con nada del otro. Descubre entonces con desespero que ambos dejaron que la vida, que los días, que los momentos les pasaran por el lado y simplemente se acostumbraron a todo. Y ahí, con esa certeza que la mata, surge la angustia de saber que no hay nada por hacer ya, o mas bien, que ella no es capaz de hacer nada ya. En el fondo, analizando la narración, uno descubre que la protagonista no deja de amar a su marido, pero comprende la finitud de la vida y el término de etapas.

Luego viene "El Monologo", en donde una mujer, que ha perdido a su hija de 17 años asesinada, muchos años después caminando por una ciudad mantiene un agudo soliloquio haciéndose un autoanalisis. Odia todo y a todos, todo le da asco, nada le parece que valga la pena. Sin embargo, es recién en este soliloquio (que comparte con nosotros) cuando comienza a unir la muerte de su hija con su inconformidad con el mundo. Aquí comienza a darle espacio a la posibilidad de que "la inmundicia de la civilización" este unida a su desconsuelo de no poderse armar siendo mujer-madre, pero sin su hija. Sin embargo, acá no hay consuelo, no hay remedio. Es la historia de su vida, desde el día en que le quitaron a su hija hasta el día en que esta mujer muera, reconociendo su carácter obsesivo y controlador.

La tercera narración, "La Mujer Rota", nos habla de una mujer que ha perdido a su marido, luego de que este abandonara la casa junto a una mujer más joven. Luego de años de vivir una cotidianidad aburrida, sin conversaciones, sin emociones, sin encuentros, él decide irse. Y entonces se encuentra ella, vacía en el mundo, su único interés en la vida había sido amar y su marido. ¿Que le quedaba entonces cuando ninguna de las dos cosas estaba? Entonces comprende que debe reformular su vida en torno a sí misma y darle sentido.

Al ir leyendo, uno se da cuenta de que irrumpe en el relato de la vida de las tres mujeres en el momento en el que  éstas se encuentran en una encrucijada vital. Beauvoir hace que el lector entre de lleno en la conciencia de los personajes sin dar ninguna clase de herramientas que permitan articular su pasado o los orígenes de sus actos. Por ello el momento presente es el único que cuenta, el ahora se torna trascendental y los interrogantes sobre el mañana se multiplican. No tenemos la certeza de lo que les ocurrirá a las protagonistas una vez que cerremos el libro, lo que conocemos son los complicados procesos mentales que las torturan. El fracaso, por el que la escritora se interesa en esta obra, forma parte de la vida, más aún que el éxito. Un fracaso pesa como una losa sobre las espaldas de los tres personajes principales.

«La Mujer Rota» nos ofrece, especialmente en una época como la nuestra —de tanta confusión— la posibilidad de acercarnos al mundo femenino desde la desesperanza de las tres mujeres de los relatos; desde lo que queda al final del día cuando en realidad no queda nada. Este es un libro construido desde los miedos que son comprensibles. Se trata de un libro escrito para un mundo donde buena parte del potencial social de lo femenino estaba sepultado bajo los escombros de la Europa que se reconstruía después de una horrenda crisis causada por hombres sin control y de corazón frío y en  donde el éxito o fracaso en la vida de las mujeres se medía solamente o casi en su mayoría, en los términos del éxito o fracaso de la pareja. Creo que en las mujeres maduras, hoy por hoy, hay mucha más energía que lo que muestran estos relatos, sin importar la magnitud de la tragedia. Pero la clave de la paz interior está en no tener un diseño excesivamente estructurado de "la felicidad" sino en vivir cada día a la «sorpresa», y, en nuestro caso nde creyentes, a la sorpresa de Dios.


Simone de Beauvoir,
"La mujer rota"
Ed. Sudamericana, México 1993
264 páginas.

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