domingo, 22 de julio de 2012

CLARO DE LUNA... música de Debussy para un mundo que va de prisa

Debussy es considerado como unos de los padres de la música contemporánea, un hombre que forjó un lenguaje musical muy personal haciendo a un lado las reglas clásicas establecidas desde hacía muchos años atrás. Se puede decir que fue el iniciador y una de las figuras más prominentes de la música impresionista y aunque no fue él quien inventó la escala de tonos enteros, sí fue el primero que la utilizó con éxito. Su tratamiento de los acordes fue revolucionario en su tiempo, ya que los utilizaba de una manera colorista y efectista; sin recurrir a ellos como soporte de ninguna tonalidad concreta ni progresión tradicional. Esta falta de tonalidad estricta producía un carácter vago y ensoñador que hace que se hable del «impresionismo musical», dada la semejanza entre el efecto que producía esta clase de música y los cuadros de la escuela impresionista, aunque al propio compositor no le gustaba este término cuando se aplicaba a sus composiciones.

Nacido en en1862 en una pequeña ciudad situada a orillas del Sena (St. Germain-en-Laye), Claude-Achille Debussy fue hijo de Manuel-Achille Debussy y Victorine Manoury. Desde pequeño, Claude inició el estudio del piano en su casa; sin embargo, en aquel entonces ni él ni sus padres pensaban en la carrera musical. Fue una antigua discípula de Chopin, la señora Manté de Fleurville, quien intuyó la vocación del muchacho e indujo a sus padres a cultivarla. De esta forma, Debussy ingresó en 1873 en el Conservatorio de París; allí tuvo por maestros, entre otros, a Lavignac, a Marmontel y, en composición, a Ernest Guiraud.

Debussy conoció a Wagner y gracias a diversos contactos visitó Moscú en 1884, y entonces pudo establecer cierto contacto con la música del llamado "grupo de los Cinco". Viajó también a Roma y así tuvo oportunidad de conocer muchos otros grandes compositores, a la vez que empezó a crear su propio estilo.

A diferencia de otros músicos famosos, Debussy no ocupó nunca, —por lo menos de manera reconocida—cargos importantes, ni buscó jamás puestos estables; careció de discípulos y sí tuvo únicamente amigos, con quienes gustaba de hacer música, conversar y discutir sobre arte y poesía. Actuó frecuentemente como colaborador musical en diversas revistas, generalmente literarias, y reunió los principales frutos de tal colaboración en el volumen Monsieur Croche, antidilettante (1917). Operado en 1915 de un cáncer intestinal, Claude no pudo recobrar ya la plenitud de sus fuerzas físicas, y murió en 1918, triste y sumamente conmovido por los desastres de la guerra.

Sus obras, generalmente muy suaves, reposan sobre matices muy sutiles. Achille-Claude Debussy es autor de más de 800 obras para orquesta, instrumental y de cámara, pero indiscutiblemente que "Claro de Luna", —una de las cuatro piezas que forman la "Suite Bergamasque"—, es la obra más famosa de este compositor francés. La mayor parte de su música para piano, que como el mismo compositor reconocía «aterroriza a los dedos», es ejecutada en nuestros días con frecuencia, y esa afirmación vale sobre todo para los dos "Arabescos", "La catedral sumergida", "La muchacha de los cabellos de lino", "La Valse", "Ensoñación", la "Suite del Rincón de los niños", y la "Suite Bergamasque", cuyo último movimiento es este famoso "Claro de Luna" que hoy invito a escuchar con calma para tener un momentito de paz, de reflexión, de serenidad en medio del agitado mundo en que vivimos. Hay, sin duda alguna, otras muchas obras más de Debussy que habría que comentar, como "La Petite Suite para dos pianos", que, como "Claro de Luna", también tiene una versión orquestada. Otras obras para piano son los "12 preludios", los "12 estudios", las "Estampes", "Pour le Piano", "Ulllejoyeuse" e "Images". U otros de los títulos poéticos que abundan en su obra, como "Jardines bajo la lluvia", "Reflejos en el agua" y "Pasos en la nieve".

"Claro de Luna" ha sido alabada no solo por su riqueza y rasgos impresionistas, sino también por el aire de misterio que rodea su creación. Se cree que Debussy empezó a componerla en 1890, mientras todavía estaba estudiando música. Sin embargo no se publicó hasta 1905, y eso pese a que su autor intentó que no viese la luz, pues creía que esta obra de juventud estaba muy por debajo del nivel de sus composiciones más modernas.

La "Suite Bermasque", de la que forma parte, toma su nombre de las máscaras de la Commedia dell'Arte de Bérgamo, (Comedia del arte de Bérgamo) y está inspirada en las Fêtes galantes (Fiestas galantes) de Verlaine. Está dividida en cuatro piezas: un Preludio, un Minueto, el Claro de luna (la pieza más popular de Debussy) y un dinámico y contrastante Pasapiés.

El "Claro de Luna" (Clair de Lune o Moonlight) tiene una singularidad misteriosa. Su melodía sublime, la ondulación de las notas, la armonía de colores, la intrigante dinámica de las frases son, quizás, la interpretación de Debussy de la luz de la luna filtrada a través de las hojas de un árbol. La obra ha sido utilizada en innumerables ocasiones como música incidental para films o asociada a la representación musical de la pintura impresionista. Sin ir más lejos, en la escena número trece de Twilight (Crepúsculo) en silencio, con las voces de los protagonistas, poco a poco se escucha el comienzo de esta hermosísima pieza.

Como digo, en medio del mundo en que vivimos, que va siempre de prisa, hoy simplemente quiero dejar este video con la versión orquestada de "Claro de Luna", ustedes verán por qué:


Si solamente la quieren escuchar en piano:

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