Uno de estos días calurosos del verano que he pasado en California, una de nuestras hermanas religiosas, Sister Edelmira, me regaló un pequeño librito titulado «EL MANUSCRITO DEL PURGATORIO», lo empecé a leer casi de inmediato y lo he estado saboreando tomando párrafos de aquí y de allá.
Quiero invitar a mis seis lectores a echarle un vistazo, pues es un librito interesante en el que se contienen unas revelaciones
hechas por una religiosa difunta que está en el purgatorio, a otra religiosa de su misma Orden y de la misma comunidad.
Las revelaciones comienzan en 1874, o al menos en
ese año empezó a escribirlas la hermana destinataria de las mismas y a primera vista, al pensar en este tema, cualquiera pudiera pensar que se trata de escritos exagerados o que asustan. Nada más lejano a eso. Estas páginas, a mi juicio, encierran un precioso tratado de teología y mística, así como una
guía para el camino espiritual de todo cristiano, y sobre todo para una persona
consagrada. Son las advertencias que hace un alma que se halla en el Purgatorio
y, por eso mismo, conoce de los intereses de Dios (las que Él le revela) más que
cualquiera de nosotros. Y, por eso, por Voluntad de Dios, las comparte.
Es cierto que el Purgatorio es, en nuestra época, es una realidad
bastante olvidada o «confundida y mal interpretada» en la vida del cristiano. Se habla poco de este tema, y si se habla es
como si se hablara de una realidad que está ahí, pero que no dice mucho, ni
significa apenas nada para muchos. Hay disquisiciones teológicas —como el asunto de las indulgencias ganadas por Internet— y opiniones y comentarios de tono más bien burlesco, olvidando que el purgatorio es un estado en el cual las almas de los difuntos pasan por un proceso de purificación para llegar a la santidad necesaria y entrar en la alegría del Cielo y que se trata de la oportunidad última que Dios da a las personas para que lleguen a la comunión plena con Él.
Leyendo este librito uno reafirma la enseñanza católica que considera que el ser humano, en la muerte, aún tiene una ocasión para purificarse y llegar al grado de santidad necesario para entrar en el Cielo. El purgatorio —tan bien descrito en estas revelaciones— es exactamente este estado en que las almas de los difuntos se purifican. El lector de esta obra puede ver con claridad que el purgatorio no es una cámara de tortura y no debe causar miedo. El purgatorio es una última oportunidad para la persona de hacerse plena y evolucionar hasta las últimas posibilidades de su ser.
Revelaciones privadas, como esta, pueden ayudar mucho, recordándonos que todo, absolutamente todo lo que hacemos o dejamos de hacer en esta vida tiene su eco en la Eternidad. ¡Gracias Sister Edelmira, por este regalo y por tu valioso testimonio de respuesta al amor de Dios en estos más de 50 años de vida consagrada!
Leyendo este librito uno reafirma la enseñanza católica que considera que el ser humano, en la muerte, aún tiene una ocasión para purificarse y llegar al grado de santidad necesario para entrar en el Cielo. El purgatorio —tan bien descrito en estas revelaciones— es exactamente este estado en que las almas de los difuntos se purifican. El lector de esta obra puede ver con claridad que el purgatorio no es una cámara de tortura y no debe causar miedo. El purgatorio es una última oportunidad para la persona de hacerse plena y evolucionar hasta las últimas posibilidades de su ser.
Revelaciones privadas, como esta, pueden ayudar mucho, recordándonos que todo, absolutamente todo lo que hacemos o dejamos de hacer en esta vida tiene su eco en la Eternidad. ¡Gracias Sister Edelmira, por este regalo y por tu valioso testimonio de respuesta al amor de Dios en estos más de 50 años de vida consagrada!
Sor María de la Cruz,
"El manuscrito del purgatorio",
Ed. Persuasiva,
México 2013.
140 páginas.
Excelente libro lleno de ensenanzas para caminar hacia Jesus con plena confianza
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