domingo, 6 de abril de 2014

«Arbor decora et fulgida» y otras obras... Música de Hernando Franco para los días de Cuaresma

El sacerdote católico Hernando Franco es considerado uno de los más notables compositores renacentistas del siglo XVI en América. De origen español, nació en 1532 en Galizuela (Alcántara) y fue niño cantor en la catedral de Segovia. En el año de 1573 su nombre aparece en los registros de la catedral de Guatemala como maestro de capilla. Entre 1575 y 1585 (año en que murió), fue maestro de capilla de la catedral de México, sucediendo en el cargo a Juan de Victoria, también de origen español. 

Bajo el ministerio de Franco la música catedralicia de México alcanzó su apogeo, gracias a nuevas contrataciones de músicos y una importante cantidad de composiciones que enriquecieron el archivo catedralicio. Se conserva una cincuentena de sus obras en las catedrales de México, Puebla y Guatemala, así como en el Museo Nacional del Virreinato de Tepotzotlán, Estado de México, y en la Biblioteca Newberry de Chicago, Illinois, E.U.A. 

La música de Hernando Franco se conecta con el estilo polifónico franco-flamenco, con influencias de compositores como Heinrich Isaac, Alexander Agricola, Josquin des Près y Jacob Obrecht, cuya música se tocaba en su época en la catedral de Segovia. Más directa fue la influencia de compositores españoles como Cristóbal Morales, Pedro y Francisco Guerrero y Bartolomé de Escobedo. La obra religiosa de Hernando Franco incluye misas, motetes, salmos, himnos, responsorios, salves y magnificats, escritos a cuatro, cinco y seis voces. 

La materia prima para las obras de Franco, como para todos los compositores de música religiosa de su época, es el canto gregoriano, por lo que su pensamiento musical se adecua a los modos eclesiásticos medioevales, resultando una música esencialmente diatónica, de estilo austero y sobria expresividad. 

Vexslla Regis:


Miserere:


Peccantem me quotidie:

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