jueves, 24 de abril de 2014

Cápsula Bíblica 1163

Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento podemos decir que muchos de los libros inspirados por Dios, se fueron formando por tradiciones orales que dieron origen a las redacciones definitivas. Unas veces el nombre del autor del libro corresponde al redactor último (por ejemplo los evangelistas Marcos y Lucas); otras veces corresponde al iniciador (por ej. Isaías), siendo después completado el libro por discípulos o redactores posteriores, que dejaron el libro en el estado actual y que se conocen como el Segundo y Tercer Isaías. Pero todo, sin excepción alguna, de lo que está escrito en la Biblia, ha sido hecho por inspiración divina.

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