Se dice a menudo que los tres Tríos para cuerda de Beethoven suponen, junto al Divertimento de Mozart, la cumbre de un género que a principios del siglo XIX sería suplantado por el cuarteto. Sea como fuere, sugerir que el Trío Op.3 es mera anticipación de la nueva forma es algo seriamente cuestionable, porque en esta pieza tenemos un ejemplo formidable de la forma clásica y delata al Beethoven espirituoso y audaz de la primera época, tan creativo a nivel de temario como en el desarrollo de los diferentes conceptos. Dentro de su producción camerística os tríos de cuerda obras menores, ni mucho menos. En total Beethoven tiene 5 obras: el op. 3 en Mi b M, el op. 8 en Re Mayor (también llamado "Serenade") y los tres que componen el op. 9, en Sol Mayor, Re Mayor y Do menor, respectivamente. Todos ellos, obras de juventud.
Hoy les invito a escuchar el «Trío de Cuerdas, Op. 3» para deleitarse los oídos en este 25 de diciembre en que celebramos el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo. Poco hay que decir de Beethoven, pues es uno de los compositores más conocidos y de quien bastante he comentado ya en este blog.
Esta obra prácticamente es un "divertimento", con sus seis movimientos, y parece que Beethoven tuviera presente el magnífico k. 563 de Mozart (también en Mi b M, por cierto). Mismo número de movimientos y una sucesión prácticamente idéntica: Rápido, lento, minueto, lento, minueto y rápido. ¿Simple coincidencia? No lo sé, pero si hubiera que destacar algún movimiento hermoso sería su sereno 4º movimiento, Adagio. ¡Escuchen y disfruten este regalo y Feliz Navidad!
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