Cápsula Bíblica 2452

A todo el que conocido a Cristo y se ha dejado alcanzar por Él, le debe interesar que no se pierda la huella que Dios ha dejado en la comunidad; que no se olviden las experiencias religiosas. Por eso quiere conservar la Biblia como memoria de su fe. Dios ordenó a los profetas que escribieran esa riqueza inspirada por Él (Ap 1,11) y los servidores de la palabra decidieron transmitir lo sucedido (Lc 1,1-4) para que llegara hasta nosotros. Así, es deber nuestro conservar este tesoro y hacerlo llegar a toda la humanidad.