Hoy quiero hablar de una ópera que rarísima vez se presenta en la actualidad (con sólo unas 14 representaciones en el período 2005-2017) pero que es un tesoro de la música: «JUANA DE ARCO». Juana de Arco (Giovanna d'Arco) es una ópera dividida en un prólogo y tres actos, con música de Giuseppe Verdi y libreto de Temistocle Solera, quien entre sus obras, escribió los libretos para Nabucco. Esta es la séptima ópera de Verdi.
El personaje histórico de santa Juana De Arco (1412-1431), es un símbolo heroico tardomedieval del contexto de resistencia francesa contra Inglaterra en la Guerra de los 100 Años. Condenada a la hoguera por brujería, en 1920 fue canonizada y, actualmente, es la patrona de Francia.
La obra representa parcialmente la historia de esta santa y parece estar basada en el drama Die Jungfrau von Orleans de Friedrich von Schiller. Después de haber sido escrita entre el otoño y el invierno de 1844, fue estrenada el 15 de febrero de 1845 en el Teatro de La Scala de Milán. Luego de su estreno tuvo una gran aceptación. Sus notas resonaban en los organillos por las calles milanesas. Pero no alcanzará el éxito esperado por su creador, quien quedó insatisfecho con la producción y observó carencias en el libreto de Temistocle Solera. Tal será la decepción, que el Maestro tardará muchos años en volver a estrenarse en la capital lombarda. Juana De Arco terminaría siendo, con el tiempo, una obra «menor» y casi olvidada.
El argumento de la obra es este: Carlos, rey de Francia, ha sido derrotado varias veces por los ingleses. Debido a esto, se siente desmoralizado. Conducido por una visión encuentra a Juana, hija de un pastor de la zona. Juana desea convertirse en la libertadora de Francia. El padre de Juana teme que su hija haya sido tentada por el diablo y quiera convertirse en la amante del rey. Por eso la repudiará. Bajo el mando de Juana, los ingleses son derrotados. El rey declara su amor a Juana. El padre acusa a su hija ante todo el pueblo de haber hecho un pacto con el diablo. La muchedumbre exige que sea entregada a los ingleses. Una vez cautiva de éstos, Juana renuncia a su amor terrenal y se convierte de nuevo en la salvadora de su patria, al ser liberada por su propio padre. En la última batalla lleva al ejército francés a la victoria y muere herida pero en paz, alabada por cantos celestiales.
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