«La sonámbula» (La sonnambula, en italiano) es una ópera semi-seria en dos actos con música de Vincenzo Bellini (1801-1835) y libreto en italiano de Felice Romani, basada en un guion para una pantomima-ballet de Eugène Scribe y Jean-Pierre Aumer titulada «La somnambule, ou L'arrivée d'un nouveau seigneur». Esta es una de las tres óperas más conocidas de Bellini, junto a Norma y I Puritani aunque la menos reperesentada de las tres. Es considerada una de las cumbres del bel canto romántico italiano.
Cuando uno ve y escucha «La sonámbula» —estrenada en Milán en 1831, y con un éxito inmediato— se da cuenta de que es una obra maestra sobre todo por el bel-canto, del que está plagada. En esta ópera hay al menos cuatro arias —dos de Amina, una de Elvino y otra del Conde— que requieren unas excepcionales cualidades vocales de los intérpretes. Uno queda desarmado ante tanta belleza y pureza canora. Hay también un dúo antológico entre los dos protagonistas. Y varias escenas de conjunto muy bien hiladas destacando las voces por muy encima de la música, que en determinados momentos parece ser más bien pobre.
La trama, como casi en todas las óperas, es sencilla: Amina ama a Elvino y viceversa. Pero Lisa, que es amada por Alessio, no corresponde a este porque ama también a Elvino. Todo marcha bien hasta que Amina aparece en la recámara del Conde, un desconocido viajero y, Amina en concreto, ha sido hallada en su cama. Pero, claro, todo ha sucedido sin que la misma Amina sepa por qué, ya que ella es sonámbula. La proyectada boda entre el rico Elvino y la pobre huérfana Amina se va al garete, tras el cabreo descomunal de Elvino, poco dispuesto a que nadie le convenza de la inocencia de Amina. Un truco teatral montado alrededor del pañuelo de Lisa, encontrado estratégicamente en la casa del Conde, lo aclara todo. Así «La sonámbula» La sonnambula se convierte en un melodrama romántico con todos los ingredientes de intriga amorosa acompañada por algunos elementos oníricos de la época.
Bellini, con sus óperas, significó una verdadera revolución para el bel-canto. Destacó como niño precoz interesado en el piano y la composición, pero murió muy joven en circunstancias misteriosas. En sus primeras obras al igual que Donizetti, estuvo fuertemente influenciado por Rossini. Sus obras fueron consideradas por los críticos coetáneos como «filosóficas» y «románticas» e influenciadas por la estética gótica. Pero fue su predilección por el canto del solista o arias (bel-canto) lo que pronto le diferenció de otros y mostró que Bellini tenía mucho que ofrecer... ¡Disfruten de «La sonámbula» y no se me duerman!
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