Se sabe que Nikolai Andreyevich Rimski-Korsakov (1844 - 1908) originalmente pretendía una carrera naval, siguiendo el ejemplo de su hermano mayor y a la vez, desde pequeño, mostraba cierta habilidad musical. Rimski–Korsakov narra en «Mis experiencias musicales» que cuando adolescente en horas libres compartía lecturas en cuentos y novelas de Alexander Pushkin con la música religiosa que solía oír en la ‘Iglesia Ortodoxa’ de su ciudad natal, Novgorod, y que a menudo participaba de las veladas musicales en residencias urbanas y posiciones rurales de la nobleza rusa. A los 14 años ingresó en el Naval Cadet College en San Petersburgo en busca de una ambición más inmediata y allí siguió sus clases de piano, pero, algo más importante, pudo disfrutar de la ópera, asistir a sus primeros conciertos y conocer al gran músico Balakirev, que tanto influyó en él.
En 1871 Nikolai tomó una posición como profesor de instrumentación y composición en el Conservatorio de San Petersburgo y al año siguiente renunció a su comisión en la marina, para convertirse en un inspector civil de Bandas Navales, una posición creada para él a través de la influencia personal y familiar. En 1873 comenzó su Sinfonía n.° 3 en Do mayor, haciendo uso de un Scherzo escrito en 1863 y un trío compuesto durante su luna de miel en Italia en 1872. En sus reminiscencias recordó la dificultad que encontró en la composición del primer y tercer movimientos, que modestamente atribuyó a la falta de técnica, ya que se esforzó por introducir más y más contrapunto en la textura del trabajo. Terminó su composición en 1874 y la presentó dirigida por él mismo en San Petersburgo sin ningún interés por parte del auditorio. La competencia técnica recientemente adquirida fue elogiada con una calidez inusual por parte de César Cui, pero a otros les pareció demasiado académica, una crítica que se hizo eco después de una actuación en Moscú bajo la dirección de Nikolai Rubinstein por Tchaikovsky. En 1886 realizó una segunda versión de la obra, que es la que normalmente se interpreta en la actualidad.
El primer movimiento moderato assai empieza con la exposición lenta de la idea melódica que se convierte en el tema principal del allegro. El tema de carácter épico es expuesto en forte por la orquesta. Más tarde el clarinete presenta el segundo tema de carácter lírico y fuerte coloración rusa. Sigue con el tema principal al que lleva a un tempetuoso desarrollo, enfrentándose al tema lírico. Después de la reexposición, termina con una coda basada en el tema principal expuesto en la forma lenta de la introducción.
El scherzo tiene un tema de gran energía rítmica. El trío, mas calmado, presenta el adecuado contraste, pero sin abandonar la especial coloración que posee el scherzo, que se repite para terminar bruscamente.
El andante fue construido como un melódico tema principal lleno de encanto, que una delicada orquestación va repitiendo en diversas variaciones. Destacando la variación de la parte central como la más animada.
Sin transición, aparece el tema principal del allegro con spirito con una gran fuerza rítmica, que no disminuye a lo largo del movimiento, solamente interrumpido por las breves secciones líricas. Después de aparecer temas de los anteriores movimientos, una brillante coda cierra la obra.
Los invito a escuchar esta bella melodía:
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