sábado, 12 de mayo de 2018

Cápsula Bíblica 2624

El estudio de las Sagradas Escrituras no tiene atajos. Es un trabajo arduo, pero si es diligente y paciente, en el grupo bíblico —o de manera personal guiado por un buen libro aprobado por la Iglesia— cosecha resultados a su debido tiempo. En cuanto sientas el gozo y la satisfacción que surgen  al encontrar una gran verdad espiritual por ti mismo y la aplicación a tu propia vida en sintonía con las enseñanzas de la Iglesia, descubrirás que el esfuerzo valió la pena. Así que, ¡se constante!

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