Casi cada año, desde hace 28 que me ordené sacerdote y aún un poco antes siendo diácono, he tenido la experiencia de dar Ejercicios Espirituales siguiendo el esquema trazado por San Ignacio de Loyola. En los últimos años, he visto cómo los Ejercicios Espirituales de San Ignacio van tomando presencia en ámbitos muy diversos y con métodos muy diferentes de los tradicionales. Este libro del jesuita Christian Herwartz, nos descubre paso a paso, cómo se ha ido haciendo realidad una singular experiencia, los «Ejercicios en la calle». El autor comparte esta experiencia nacida en el entorno de una pequeña comunidad de jesuitas y no jesuitas en Kreuzberg (Berlín) y extendida ya por diversas ciudades de Europa central.
Herwartz nos va llevando de la mano de esa experiencia para encontrar en la propuesta ignaciana impulsos originales que prueben nuevos accesos a contextos de exclusión que hacen posible desembarazarse de prejuicios y muros divisorios y adquirir una perspectiva más abierta y certera para «sentir y gustar internamente» —como dice San Ignacio— la realidad de nuestro mundo.
La trayectoria de este autor alemán como jesuita, no parecía predisponerle a entrar en el mundo de la espiritualidad ignaciana. Sacerdote obrero por opción, primero en Francia y luego muchos años en Berlín, reside en el barrio de Kreuzberg, a escasos metros de la cicatriz que dejó muro berlinés, en un entorno de procedencia mayoritariamente turca, donde unos pocos jesuitas han mantenido las puertas y el corazón abiertos a las personas que llegaban a su comunidad con cualquier tipo de marginación.
Christian es un miembro asiduo del grupo europeo de «Misión obrera jesuítica», participando constantemente en muchas iniciativas sociopolíticas por una sociedad más inclusiva. Es experto por vivencia propia en la colaboración interreligiosa en pro de la paz y la justicia, además de acompañante del grupo de «religiosos/as contra la exclusión» y de las «comunidades de voluntariado jesuita».
El trabajo y la vida de Christian Herwartz, que se muestran en el libro, han ido modelando su experiencia espiritual hacia una profunda valoración de la dignidad sagrada de cada persona, sea cual sea su estigma social, que llama a «descalzarse» ante ella y a aproximarse «a pie desnudo» para descubrir allí de nuevo encarnada la presencia del Dios vivo. Él mismo nos invita a acompañarle en ese camino: «Descálzate, porque el suelo que pisas es sagrado» (Ex 3,5).
Christian Herwartz,
Descalzos,
Ed. Sal Terrae
Santander 2007,
112 páginas.
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