jueves, 3 de enero de 2013

Cápsula Bíblica 688

Cuando alguien empieza a leer la Biblia, la estudia y la medita, va dándose cuenta de que nuestro Dios no es un Dios que se esconde de nosotros por la eternidad, sino que está a nuestra disposición. Nuestro Dios está presente, está vivo, se comunica con la creación y establece una relación con la humanidad.

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