Hace dos años, en un día uno de enero como éste, pero de 2011, me animé a entrar en el mundo bloguero para compartir un versículo diario de la Biblia y para lanzar una cápsula bíblica cada día, de manera que por este medio electrónico más gente se pudiera acercar a la Palabra de Dios. El trabajo lo completé con la recomendación de lectura y música cada semana, dado que son dos cosas que me encantan: leer y escuchar música clásica... ¡y aquí estamos! Entre altas y bajas —a veces con algunos días de retraso por los viajes o los lugares de misión en donde no hay Internet— cada día trato de hacerme presente junto con los otros blogs que han nacido en mi vida de misionero como inquietud de llegar con diversos temas a más y más gente buscando conquistar el mundo para Cristo. Ha sido una experiencia muy reconfortante y que me ha enseñado mucho, sobre todo a disciplinarme para escribir. Entre lo más valioso que he aprendido está la convicción de que la Sagrada Escritura puede llegar a más y más gente y que es un gozo tener cada día la responsabilidad de compartir un versículo de la Biblia. Este blog también me ha llevado a valorar más los libros que llegan a mis manos y que habré de recomendar además de seleccionar la música para cada semana.
No he ganado tal vez muchos seguidores, mucho menos algún premio de ninguna clase pero sé que he contribuido a que el deseo de la beata Madre María Inés, de que todos conozcan y amen a Dios se vaya haciendo cada día más una realidad echando mano de Internet.
De repente me encuentro visitas de lugares recónditos, de gente de habla hispana que se encuentra en naciones que hablan otras lenguas, de hermanos sacerdotes y consagrados, de miembros de otras religiones, de escritores, músicos, poetas, biblistas, gente que habla otras lenguas... ¡Gracias a todos!
Dios los bendiga y entramos ahora en el tercer año. Les pido, cuando puedan, que me dejen sus comentarios sobre el trabajo de estos dos años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario